Galletas saludables y sostenibles

Una actividad muy divertida, que a la vez trabaja la percepción sensorial de los niños. Los talleres de cocina son un éxito asegurado con los más pequeños. Consiguen su total implicación y fomentan habilidades de una forma muy atractiva. Esta toma de contacto con los fogones es una de las apuestas del centro infantil municipal 'Allendeduero' de Aranda de Duero.

En esta ocasión, trece alumnos de entre 1 y 3 años, se ponen su gorro de chef, elaborado con cartulina de colores y con su nombre bien visible. Van a hacer cookies de avena, plátano y miel. «Una receta sin azúcar siguiendo nuestra filosofía de las tres eses. Queremos alimentos seguros, sostenibles y saludables», explica Sheila García, directora del centro infantil. Una elaboración sencilla que permite a los peques participar de forma activa en la receta y «que toquen, que huelan, que degusten, que observen… hay que primar esa percepción sensorial».

Durante este curso, los talleres tienen que apurar al máximo todas las medidas de seguridad. «Este año, es imprescindible cumplir los protocolos covid. Cada niño tiene su platito, su cuchara y sus ingredientes. No pueden mezclar los ingredientes los unos con los otros. Hay que ser muy cuidadosos con ello, pero todo sale genial, hay que seguir haciendo actividades», detalla la responsable de la escuela.

Sheila incide en que, en el centro, se han adaptado todas las actividades a las medidas sanitarias, pero las de alimentación requieren un cuidado muy especial. «Estos talleres necesitan que ellos manipulen, pero cada uno tiene sus cosas propias y comen directamente de su plato», insiste. Lejos quedan aquellos momentos de elaboración de pizzas donde se intercambiaban ingredientes o se compartía porción. «Hay que llevar todo al extremo este año, pero los protocolos funcionan y podemos seguir adelante con este tipo de actividades que son tan positivas para los alumnos», destaca.

De esta manera, cada niño en su bol amasa los ingredientes. Estrujan la avena, la miel y el plátano para luego ir colocando la masa en una bandeja. Se adorna con unos chips de chocolate de 70%. Por último, los pequeños acercan las bandejas al horno y a partir de ahí, toman las riendas las profesoras.

En el taller no se ha dejado nada a la improvisación y uno de los ingredientes, la miel, guarda detrás su propia historia. «Estábamos trabajando en un proyecto en el aula sobre las abejas, la colmena y la polinización de la primavera. Decidimos también llevarlo al taller de cocina». Pasa el tiempo, suena el horno y las galletas están listas. En el centro no falta detalle alguno y las cookies se acompañan de un empaquetado especial. Ahora, ya es hora de disfrutarlas.