Las galletas de jengibre, el postre más navideño

Las galletas de jengibre son una receta ideal para hacer con niños. Álex y Nora Gutiérrez Abad, de 6 y 4 años, llevan desde que eran muy pequeñitos elaborando esta repostería navideña. «Es muy fácil y me encanta. Hacemos la masa, las formas de las galletas, y luego las metemos al horno. Es muy divertido», detalla Álex mientras va dando forma a sus galletas.

Durante todo el proceso, los niños se sienten una parte muy importante en la elaboración de las galletas, algo que hace que valoren mucho más el resultado final y, después y se sientan orgullosos de compartirlas con familia, amigos, llevarlas al colegio. Además, las galletas de jengibre ofrecen un gran abanico de posibilidades, ya que cada elaboración puede ser diferente. Más allá del molde utilizado, hay un sinfín de maneras de decorarlas. Desde virutas de colores o de chocolate, caramelo, azúcar glaseado, pinturas dulces para decorar las caras… Todo depende de la creatividad e imaginación del repostero y del gusto del consumidor.

Para la preparación, se ponen los ingredientes secos en un bol. En él se mezclan la harina, el azúcar, el jengibre y la sal. Se añaden el huevo batido y la mantequilla, que debe estar blanda para poder trabajar. Se mezclan los ingredientes con las manos hasta que quede una masa homogénea. Con la masa a punto, se procede a enharinar una superficie lisa y extender la masa con la ayuda de un rodillo. Se puede ayudar con unas guías laterales, para que las galletas tengan la misma altura. Llega el momento de cortar las galletas. Para ello, se utilizan moldes con diversas formas: muñecos, corazones, estrellas, círculos, árboles de Navidad. Después, se prepara el horno a 180º. La bandeja elegida para hornear, se protege con papel vegetal para evitar que las galletas se quedan pegadas. Se mantienen en el horno durante un tiempo de entre 10 y 15 minutos de cocción. Una vez pasado ese tiempo se dejan enfriar.

Una vez listas las galletas, llega el turno de decorarlas. Se pueden utilizar diversas posibilidades como azúcar glaseado, virutas de chocolate, virutas de colores y chocolate. El glaseado se hace con clara de huevo, 50 gramos de azúcar glas y unas gotas de limón. Simplemente se bate la clara al punto de nieve y se añade, poco a poco, el azúcar y las gotas de limón.

«Ahora llega la hora de comerlas, yo quiero la de hombrecillo de chocolate», pide Nora, preparada ya para dar buena cuenta del trabajo realizado en la cocina.