Potencial más que suficiente para el éxito en la DO Cigales

Una comarca vitivinícola no se conoce hasta que no se pisa y eso es lo que ha hecho esta semana el Master of Wine Fernando Mora en la Denominación de Origen Cigales. Durante tres intensas jornadas, ha recorrido viejos majuelos y viñedos nuevos, ha visitado bodegas modernas y subterráneas y ha catado más de 50 de sus vinos, tanto rosados como tintos y blancos. Sus conclusiones son optimistas porque ha encontrado potencial más que suficiente para el éxito. En primer lugar, ha reconocido su sorpresa porque no esperaba encontrarse tanta historia detrás de esta pequeña comarca vitivinícola regada por el río Pisuerga, tanta viña vieja con variedades mezcladas, tantos vinos peculiares y, sobre todo, tantas capacidades de cara al futuro.

La calificación de Master of Wine (de ahora en adelante MW) está considerada en la industria del vino como uno de los más altos estándares de conocimiento profesional sobre el sector. Son muy pocos los españoles con esta calificación que emite The Institute of Masters of Wine en el Reino Unido y uno de ellos es Fernando Mora, al igual que Almudena Alberca (es de Castilla y León), de manera que sus opiniones son apreciadas por los operadores del sector. De ahí que el Consejo Regulador de la DO Cigales haya recurrido al MW aragonés y le haya diseñado una apretada agenda para que pudiera ampliar sus conocimientos sobre la zona.

Posteriormente, Fernando Mora expuso sus conclusiones, con humildad, pero sin pelos en la lengua, en el Teatro Las Peñuelas de Cigales, ante un importante número de productores de la DO para ayudarles a afrontar los retos técnicos y comerciales. Muchos de los presentes eran jóvenes, lo que garantiza el relevo generacional en esta DO. Pudieron catar hasta diez vinos de la DO Cigales y elaboraciones de otras zonas, todas ellas punteras.

Tras explicar las dificultades que afrontó cuando se hizo viticultor y bodeguero, después de abandonar su profesión como ingeniero mecánico, el MW instó a los productores a proteger las viñas viejas, muchas de ellas con mezcla de variedades, y a ponerlas en valor por su gran potencial para elaborar vinos distintos y peculiares, no solo rosados o claretes, como ya realizan las bodegas, sino también tintos. Apuntó que los tintos con mezcla de castas son «sexis e interesantes». A pesar de que el 50% de la uva de esta comarca se destina a tintos, son grandes desconocidos para la mayoría de los consumidores, cosa que desde el punto de vista de Mora debería cambiar. «Hay que hacerlo bien, pero también hacerlo saber», argumentó.

Enumeró las cualidades de la DO Cigales, desde la amplia gama de suelos (de los más calizos a los pedregosos), el clima continental extremo, la altitud de los viñedos (entre 650 y 800 metros), las suficientes horas de sol (2.600), hasta una mayor frescura que en zonas próximas. Incluso, ha detectado pH más bajos y mayor acidez que en comarcas donde la tempranillo también es la principal variedad tinta. Virtudes que, en su opinión, permiten elaborar grandes vinos. Pero, al mismo tiempo, aconsejó tintos con menos presencia de madera, más jóvenes y afrutados, que expresen las cualidades de los distintos cepajes y su origen.

También destacó la poca presión que ejercen las enfermedades en la zona, lo que permite apostar por los cultivos en ecológico, que sí que ha echado de menos. «Creo que en 15 años va a ser imprescindible porque es una tendencia imparable», argumentó Mora.

Respecto a los rosados, aplaudió el hecho de que muchas bodegas hayan recuperado el nombre de «clarete» en sus etiquetas, elogió su diversidad y resaltó la calidad tanto de los elaborados de forma tradicional como los pálidos de color y menos extracción. «El rosado está explotando en el mundo y Cigales tiene que aprovecharlo», resaltó.