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Frank Cuesta observa unos pases a una vaquilla en una pequeña plaza de toros. DMax
Un antitaurino entra al ruedo

Un antitaurino entra al ruedo

DMax estrena 'Wild Frank Toros', una serie de cuatro capítulos en la que el defensor de los animales Frank Cuesta se adentra en el mundo que rodea a las corridas

julián alía

Sábado, 13 de octubre 2018, 17:50

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Frank Cuesta (León, 46 años) regresa mañana a DMax a las 21.30 horas para tratar «el único espectáculo donde muere alguien», que es como él define las corridas de toros. Tras varias temporadas descubriendo animales salvajes alrededor del mundo, 'Wild Frank: Toros' es la primera entrega de la serie que recala en España, y lo hace para adentrarse en el territorio de la tauromaquia. «Aunque soy antitaurino, soy de los que piensan que, para poder criticar algo, antes hay que conocerlo», explica el férreo defensor de los animales, que ha presenciado en Las Ventas su primera corrida de toros para el programa. «Es muy duro entrar en una plaza reconociendo que eres antitaurino. Había gente que creías que te iba a dar una hostia, pero para nada. Ni una palabra, ni un mal gesto», reconoce Cuesta, que añade que las corridas son «estéticamente muy bonitas, pero también un espectáculo innecesario». Por si cabe alguna duda, el presentador subraya que ha salido reforzado en su idea de «estar en contra de los espectáculos con animales, pero también he de decir», añade, «que todo este proceso me ha abierto los ojos, he conocido a gente muy buena y he descubierto un mundo en el que sus actores aman también a los animales y son grandes ecologistas».

Las entregas abordan los cuatro pilares sobre los que se apoya el mundo taurino: el espectáculo, el toro, el torero y el festejo o fiesta popular, sin nada de censura. En ellos, el herpetólogo ha podido ver el proceso de la vida de los toros, desde que se «crían hasta que acaban siendo hamburguesas en el supermercado».

El anfitrión del primer capítulo es el torero retirado Luis Francisco Esplá, que confiesa a Frank que nunca se ha sentido «un torturador o un verdugo delante de un toro», y que trata de transmitir al que fuera conductor de 'Frank de la jungla' los valores de la tauromaquia. El exmatador de toros comenta que no quiere «convencer a nadie, pero sí aclarar el panorama con alguien ajeno al mundo del toreo».

En 'Wild Frank: Toros', el presentador también acude a manifestaciones que piden la abolición de las corridas, donde coincide con Aída Gascón, activista de Anima Naturalis, que opina que «hay que tener la mente abierta y reconvertir el sector», porque pueden «invertir en otro tipo de ganadería». También habla con el antitaurino Óscar del Castillo, para quien «la principal victoria son las plazas vacías».

En la finca de Victorino Martín

Para conocer de cerca a uno de los más notables empresarios del ramo, Frank visita la finca de Victorino Martín, el ganadero dedicado a la cría del toro bravo más importante de España, una actividad que mueve millones de euros al año. Sus toros de lidia son los más codiciados y una garantía de espectáculo. En la plaza, el reconocido antitaurino se sienta al lado del mayoral, el encargado de criar a los toros que esa tarde saltan al ruedo, quien, visiblemente emocionado, le dice: «El toro tiene que morir para que viva mi familia», una frase que, sostiene Cuesta, le ha marcado mucho.

La figura troncal del tercer capítulo es la del torero, una profesión admirada años atrás, y ahora repudiada. Manuel Escribano y Saúl Jiménez Fortes son los encargados de transmitir al público sus conocimientos y sensaciones sobre el tema. «Para que el toro pueda perder su vida yo tengo que darle la oportunidad de que él me quite la mía», reconoce Jiménez Fortes, que también apostilla que «si el toreo tiene que morir, que sea porque no interesa, no porque lo prohíban».

Cuesta aborda los festejos populares y acude a uno de los más polémicos: la fiesta del Toro de Coria (Extremadura) en la noche de San Juan, donde se suelta un toro bravo por el casco histórico, al que finalmente dan muerte de un disparo en la cabeza.

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