Del monólogo

El monólogo es una pieza teatral muy interesante. Puede formar parte de una obra (Shakespeare, por ejemplo, lo utilizaba con frecuencia) o constituir una obra por sí mismo, puede ser de diversas formas, filosófico, narrativo, autobiográfico, cómico. Hoy está de moda la última acepción y los monólogos con chistes continuados y gags son casi una pesadilla. Al actor le suelen complacer, el caso de El Brujo excelente actor que ha optado por esa vía con detrimento de los buenos personajes que podía encarnar. Recuerdo que 'Las manos de Euridice' con Enrique Guitart, muy dramático, fue el primero de los muchos que he visto.

Paz Padilla es una actriz de televisión que, ahora, después de una tragedia personal y un libro asume el teatro en un largo monólogo doble, cómico en la primera parte y emotivo en la segunda. Vaya por delante que esta última es la mejor ya que sentimos la emoción de la actriz y estamos de acuerdo con su opción de '¡Vivir la vida!'. En la parte cómica, bastante repetitiva, abusa a veces de gestos y de provocar los aplausos, lo que no me parece indicado desde el propósito de la obra.

No se puede negar a Paz Padilla el enorme esfuerzo que realiza, con total dominio de la escena. La muerte de su marido, Antonio, ha dado un vuelco a su vida y lo ha superado desde la purificación de la escena. Su entrega es total y el público aplaudió durante la representación de la parte cómica. No la conocía en escena y tiene, desde luego, posibilidades con otras obras.

Inauguración de las fiestas con esta obra, vida y muerte con humor ambivalente, como es la vida en general, de la que nos dan Paz y Barrera un testimonio personal que puede servir de ejemplo.

• Temas
• Teatros
• cultura
• Humor