Borrar
Consulta la portada del periódico en papel
María Casal, en la redacción de El Norte de Castilla. Ramón Gómez
María Casal: «Los mejores personajes que he hecho en mi vida me los he escrito yo»

María Casal: «Los mejores personajes que he hecho en mi vida me los he escrito yo»

La intérprete madrileña escoge el Teatro Zorrilla como lugar del estreno absoluto de 'Ballenas asesinas', su cuarta obra de producción propia

Adolfo P. Vega

Valladolid

Miércoles, 6 de febrero 2019, 07:49

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Atrevida, libre y «un poco bruta», como ella misma se define, María Casal, hija del mítico Antonio Casal, llega a Valladolid para presentar la cuarta obra que produce y en la que participa, 'Ballenas asesinas', que tendrá su estreno absoluto en el Teatro Zorrilla de Valladolid el sábado, 9 de febrero, a las 19:30 horas.

-Me da miedo preguntarla si alguna vez se ha visto en una situación semejante a la de su personaje en 'Vergüenza' -su hijo en la ficción tiene una erección con ella-.

-¡Ah, es imposible! Fue muy gracioso porque cuando fui a la lectura de guion, no me había llegado el texto, y eso no pasa nunca. Y, claro, cuando leí lo que tenía que hacer, recuerdo a mis compañeros todos mirando al techo... y me llamó Cabestany y me dijo: «Perdona María, ¡qué brutos hemos sido que nadie te ha dicho de lo que iba tu personaje!». Yo llegué y me lo encontré ahí, 'pum'. Pero la verdad que han sido unos cielos, tanto Armero como Cabestany -directores de la serie-, siempre he estado cómoda y ellos muy preocupados. Me decían: «¿Pero te lo estás pasando bien, qué tal todo?».

-Tiene experiencia en el mundo del espectáculo ¿Se sigue poniendo nerviosa?

-Cada vez te pones más nerviosa. Porque, si las cosas siguen el curso natural, va aumentando la responsabilidad responsabilidad. Cuando empiezas haces papeles pequeños, pero vas a más. Y en mi caso, que además escribo los personajes, me pongo muy nerviosa.

-Efectivamente, en el caso de 'Ballenas asesinas', no solo interpreta si no que también ha producido la obra. No es solo un sueldo.

-Y con 'Te he dejado un pollo en el horno', también; y con 'Lobas', la anterior obra, también. El caso es que malo del que no se ponga nervioso... si no te pasa en esas situaciones, es que tienes un problema.

«Cada vez me pongo más nerviosa porque va aumentando la responsabilidad»

-¿De dónde viene el nombre de la función?

-Mmm... es que si te lo cuento, te destripo parte de la obra, y no quiero hacerlo, es mejor ir a verla (risas).

-¿Qué ofrece 'Ballenas asesinas' que no ofrezca otra comedia?

-Me considero pionera de la comedia femenina, hay muy pocas mujeres que escriban teatro, y menos que escriban comedia (Paloma Pedrero y dos o tres más). La comedia es un género destinado a los hombres y escrito por ellos. Esta comedia no es solo para mujeres, pero sí presenta temas hablados por mujeres. Eso lo cambia todo. Estamos acostumbrados a ver películas de mafiosos, de submarinos, de guerra, de cárcel... y son para todo el mundo; pero si son películas de mujeres, aparecen cuatro señoras tomando el té. No. Hacemos otras cosas, tenemos caprichos que satisfacer, sentido del humor. Esos papeles que nos dan a cierta edad de cornuda, de fracasada, mi hijo no me habla, mi marido me ha dejado... pero bueno, ¿por qué? ¡Que no! Nosotras vamos a reírnos de nosotras mismas, lo primero, y luego de todo lo que se nos ponga por delante.

-A colación de esto, ¿qué opinión le merece la postura de Vox frente al feminismo?

-No me gusta mucho hablar de política porque soy muy visceral, hable de uno u otro partido, al final voy a meter la pata. Prefiero no meterme en nada. Las urnas están para hablar con uno mismo (no son una obligación, son un derecho) y que cada uno elija lo que quiera, ahí no me meto.

Hija de un clásico del cine español

-Su padre era Antonio Casal, apreciado por cualquiera que le guste el cine. ¿El éxito de su padre es un lastre o una bendición?

-Mi caso es muy raro, porque para cuando él murió yo tenía 15 años, ni siquiera pensaba en dedicarme a esto. Si él se hubiera enterado de que yo iba a ser actriz, le hubiera dado un soponcio. Pero al ser hombre y mujer, yo creo que no hay tanta comparación. Cuando alguien me echa en cara que mi apellido me puede haber ayudado, siempre respondo que lo que me ha servido son quizás otras herencias de mi padre: su fotogenia, su formalidad y, por qué no, un poquito de su enorme talento. Con haberme quedado con el 10%, me conformo (risas). Optamos por bendición.

-La hemos visto mucho en teatro y televisión, pero menos en cine ¿Es una espina que tiene clavada?

-Puede parecer que los que no hacemos cine estamos como revenidos... sinceramente creo que el cine que hay en España, que ofrece algunas películas muy buenas, no tiene una industria, no da para todos. Me parece un poco utópico a veces... ¿Cuánto dinero hacen las pelis españolas? ¿Quién va a verlas? Yo a veces quiero ir y no tengo quien me acompañe. Claro que me gustaría haber hecho más cine, por supuesto, pero a mí los papeles que me han ofrecido no me han interesado. Algunas cosas he hecho, con Uribe o Ramón Salazar, pero soy de la opinión de que el cine hay que hacerlo de joven. Especialmente en el caso de las actrices, la cámara pide caras y cuerpos jóvenes. Pero tampoco pasa nada, si me llaman de algo interesante, fenomenal, y si no, pues nada.

«Si mi padre se hubiera enterado de que iba a ser actriz, le hubiera dado un soponcio»

-Es decir, aunque hace poco fuese la gala de los Goya, tampoco le tiene mucha envidia a los que recogían los 'cabezones'.

-Me borré de la Academia de Cine hace ya muchos años por... cosas, desavenencias. Me he borrado de una asociación de mujeres cineastas, hasta de la Unión de Actores. No sé si es por mi forma de ser, pero yo en grupos, asociaciones y demás... al final siempre hay algo que no va conmigo. Soy más bien francotiradora, me gusta ir a mi bola. Por eso tampoco hablo de política y creo que eso me ha perjudicado un poco en mi carrera, el no ser amiga de nadie, del grupo de éste ni del de la otra... y aquí siempre somos Capuleto o Montesco, la cosa va por clanes. Soy un espíritu libre y me gustaría morirme así, creo que soy de las personas más libres que conozco. No me gusta pedir las cosas, ni deber nada a nadie. Y eso no solo se refleja en tu vida personal, también en tu carrera.

-¿Podría concretar lo de que le ha podido perjudicar un poco?

-Pues que los de derechas me encuentran un poco de izquierdas y los de izquierdas me ven un poco de derechas. Como soy siempre un bulto sospechoso, pues nunca me toca, ni con unos ni con otros (risas).

-Ha hecho de lesbiana en 'La que se avecina', de enfermera en Hospital central, de drogadicta en el corto 'Bajo la sombra de Peter' ¿Qué personaje se deja en el tintero?

-Hay muchos, pero, no sé si por suerte o por desgracia, los mejores personajes que he hecho en mi vida me los estoy escribiendo yo. Entonces, claro... llega un momento que solo vienen papeles más breves, una señora que siempre está amargada, personajes sin peso ni acción para que la historia avance, como una especie de pincelada. Desde que escribo, que 'Ballenas asesinas' es mi cuarta comedia estrenada (que no escrita, que tengo más), cosa nada fácil, estoy convencida de que los mejores papeles son los que me hago yo. Tengo una obra, que me falta poco para terminarla, que trata sobre una madre de unos sesenta años y su hijo de unos treinta, ambos del mundo del espectáculo pero extrapolable a cualquier ámbito, y me va a gustar mucho hacerla por esas relaciones madre-hijo tan interesantes. Al final, el personaje que me deje en el tintero será por mi culpa.

-¿Y cuándo veremos esta nueva obra?

-Primero estrenar esta de 'Ballenas' y seguimos de bolos 'Te he dejado un pollo en el horno'. Quizá dentro de un par de años.

«Me hubiera gustado hacer más cine, pero el que me han ofrecido no me ha interesado»

-¿Qué la falta por hacer?

-'Puf', muchísimas cosas. Me gustaría ver el renacimiento del cine, televisión y teatro españoles, que la gente de nuestro país se vuelva a aficionar a nuestros productos. Ahora que hay tantísimas plataformas, que la competencia es alucinante, habría que ofrecer algo que a la gente de España le gustara ver. Eso sería fantástico, ese renacer, que no sea una cosa residual o maldita. Que haya productos que interesen a la gente, también dentro de la no-ficción. En televisión faltan programas musicales, de danza, de libros... faltan muchas cosas que se pueden hacer amenas. La cultura no tiene por qué ser un 'pestiño'.

-Quizás a nivel cinematográfico arrastramos esa herencia de 'cine español', ese de los 80 y 90 más lento y pesado que no gustaba a todo el mundo, y se nos ha quedado colgada la etiqueta.

-Y también un poco parco hasta de imagen. Tendríamos que pensar que el cliente de un actor o un productor es el público. No es entre nosotros, no hay que complacer a un colega de profesión o a una subvención, solo conmover al público, darle ganas de salir de casa. La gente joven ya no ve cine, lo que quiere ver lo tiene en su ordenador, lo siento. Yo voy al cine de vez en cuando y soy de las más jóvenes de la sala, veo muchas cabecitas blancas. La gente con costumbre de ir al cine es de mi edad -sesenta años- o un poco más mayor, los jóvenes no tienen ese hábito. Hace muchos años dije que el cine se iba a acabar, se seguirán haciendo películas pero serán para los portátiles.

-Entonces, ¿dónde se ve dentro de 15 años?

-Jubilada. Divinamente viviendo en Ibiza o en algún pueblo perdido en el norte, pero jubilada. Disfrutando y comiendo, esas cosas que las actrices no podemos hacer muchas veces.

-Que no es poco. Muchas gracias, María.

-¡Gracias a ti, Adolfo!

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios