La vallisoletana Marta Medina y Enrique López Lavigne continúan la maldición de Zulueta en 'El último arrebato'
El documental supone un homenaje al filme español de culto y a una generación de cineastas de la Transición
Es una de las cintas de culto del cine español, tanto por su carácter vanguardista como por el misterio en torno a su creador, el ... llorado Iván Zulueta. Y es que 'Arrebato' ha seducido, con sus cámaras vampíricas y su espíritu 'maldito', a generaciones enteras de cineastas patrios. Ahora, tras tres años de trabajo, la vallisoletana Marta Medina y el habitualmente productor Enrique López Lavigne dirigen 'El último arrebato', filme documental que reconecta con aquellos que trabajaron en la obra magna de Zulueta y quienes le conocieron personalmente, al tiempo que homenajea tics visuales, temáticos y estilisticos del filme y que supone, paradójicamente, la despedida ante la pantalla del legendario Eusebio Poncela.
«Teníamos claro que no queríamos hacer un documental de bustos parlantes, pues no se puede hacer una película ortodoxa sobre el creador más vanguardista y heterodoxo del cine español», valora Medina, también crítica y estudiosa del séptimo arte. «Ha sido un proceso en el que pensamos en entender y estar cerca de las personas que nunca hablaron de él, que generacionalmente es gente muy celosa de su intimidad», apunta López Lavigne. Ante la pregunta de por qué 'Arrebato' es un filme, que en ciertos círculos, sigue suscitando entusiasmos décadas después, Medina considera que es «una cuestión recurrente para quienes nos gusta el cine: ¿qué pasó con Zulueta?». ¿«Queríamos evidenciarlo en una película sin decir si era documental o ficción, siguiendo la estructura de una investigación».
acionada Foto Horizontal]
Y es que «no hay una película más misteriosa, más rara avis ni con mejor final que esta en toda la cinematografía española», valora la cineasta. López Lavigne también encuentra ese poder de seducción en su sentido ¡amateur', que enciende el impulso de quienes estudian cine para trasladar a la pantalla sus propias ideas e inquietudes: «Traslada una sensación de 'yo también puedo hacer eso', la posibilidad de que alguien construya una película saliendo de la nada; 'Arrebato' refleja de forma sencilla, con una cámara, esa idea de accesibilidad».
De manera trágicamente cósmica, 'El último arrebato' también supone, como su predecesora con el personaje de Will More y con el propio Zulueta, la desaparición ante la cámara del recientemente fallecido Eusebio Poncela, uno de los protagonistas de la película seminal: «Es algo de lo que me cuesta hablar», explica López Lavigne. «Su muerte ha sido una conmoción total, le conocí durante el rodaje de la película 'Intacto' y fue un 'outsider' toda la vida, que ha participado en este trabajo como gesto de devolver un favor». Para Medina, «volver a ver las escenas de Eusebio les da otro significado, otro peso que se siente mucho, ya que su presencia es casi como un alter ego de Iván y del propio Will More».
Tributo a una generación
Y es que 'El último arrebato' es una película sobre Zulueta protagonizada por Jaime Chávarri, alguien que, pese a sus reticencias iniciales para rodar, fue marcando el paso de este documental y despejando incógnitas al tiempo que abría muchas preguntas: «Tenía la agenda oculta de querer pedir perdón a su amigo por no haber estado ahí», considera López Lavigne. «Hay muchas preguntas que no nos hemos atrevido a hacerles, y que tal vez el público las pueda conocer con su presencia en los Broadway de Valladolid este jueves» .
El documental juega con numerosos trucos y guiños al filme de 1979, y dibuja «una continuación coherente que sigue la línea de 'malditismo' de la propia película», expone Medina. «Se habla también de la imposibilidad de volver al pasado, que es uno de los temas del filme original», agrega su compañero. «Pero nos hemos permitido pasarnos de frenada, pues al final el cine es un acto de inconsciencia, tanto nosotros como el resto del equipo, y muy especialmente con el montaje de Luis de la Madrid, para al final arrojar luz sobre el poder del cine a través del tiempo». Y es que, más allá de su componente cinéfilo, 'El último arrebato' es también un abrazo histórico a los predecesores de la audacia tras la cámara:« Todos estamos aquí por esa generación de cineastas de la Transición, que se atrevió a romper obstáculos, a identificarse con elementos nuevos, y que aun hoy se resiste a soltar la cámara, a dejar de hacer cine», concluyen.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión