«Seminci da voz a los conflictos tanto de Palestina como de Líbano»
La celebración del 70 aniversario y el bélico panorama internacional marcan su tercera edición al frente del festival
Afronta su tercera edición al frente de la Seminci, cuando el festival cumple 70 años. José Luis Cienfuegos (Avilés, 1964) tienta este año al público ... de las secciones competitivas con más películas que nunca de metraje generoso. Pide perdón por los errores de la web en la venta de abonos y estrena rutas que ayuden a los nuevos semincineros a navegar por la programación. Los ciclos de nueva factura desde que llegó (Alquimias, Constelaciones, Memoria y utopía) van definiéndose y evitando fricciones y la Seminci se suma este año a la celebración del 475 aniversario de la Controversia de Valladolid con un ciclo que viajará por filmotecas.
–¿La gran alegría de estas tres ediciones?
–Hay una sección que ha explosionado Punto de Encuentro. Tenemos 23 películas de las cuales han sido compradas por distribuidores once títulos. Eso nunca había ocurrido y da buena cuenta de su calidad. Seminci es un festival en el que cineastas, distribuidores y agentes de venta se encuentran a gusto y quieren estar. En las últimas semanas, cada dos días recibimos llamadas de distribuidores que quieren 'Anoche conquisté Tebas'. Prácticamente es una segunda sección oficial.
–¿Qué palabra define la edición?
–El cartel y las creatividades del estudio Pobrelavaca destacan por el movimiento y la luz. La Seminci cumple 70 años y quiero pensar que algo se ha movido en el festival a raíz de todo el trabajo del año. Haber cumplido dos años y medio al frente creo que se nota en nuestros objetivos respecto a secciones históricas. Ahora el reto es mantener el nivel y dar visibilidad a tantas películas que la merecen. Se ha establecido un sistema de trabajo y mucha actividad durante el año. Esta es una edición de celebración del cine y los cineastas, eso nos parece cuando veo el programa de películas, de actividades, cómo ha crecido la sección de industria, siendo respetuosos con la historia del festival. La retrospectiva Memoria y utopía con su libro recogen décadas de cine realista y cierto humanismo.
–¿Está preparado para la reacción ciudadana ante la proyección de cine israelí?
–Este festival da voz a Palestina, a esas películas que hablan de un conflicto tan doloroso, muestra claramente la situación y genocidio que ha ocurrido y el dolor que todos sentimos y también voces disidente como Nadav Lapid, director de 'Yes'. Tiene una posición beligerante desde hace 20 años contra Netanyahu y el Gobierno de Israel que le ha costado el autoexilio, la vida. Seminci es un festival que da voz a los conflictos tanto de Palestina como de Líbano. Hay dos grandes películas libanesas que muestran imágenes que nos dejaron en 'shock', que no hemos visto en los informativos.
–Hay más películas que nunca en las secciones competitivas (29, en la Oficial, 23 en Punto de Encuentro, 14 en Tiempo de Historia). ¿Todos quieren estar o Seminci abre la mano?
–Este festival no es contenedor ni abre la mano. Una de sus características, que se puede ver como una virtud o defecto, es que es un festival fuertemente comisariado. Intentamos transmitir una línea de programación que se trabaja con agentes de ventas durante todo el año y se refleja en la selección.
–Ha crecido la presencia del cine español, 17 películas en total.
–No quiero comparar con etapas anteriores el tipo de cine que se presenta aquí. No sé si ha habido cineastas y películas tan potentes como las de estas tres ediciones. Ahora el cine español está presente con películas de músculo en las secciones competitivas habiendo eliminado Spanish Cinema y DOC España. Eso fue un cambio radical. Lo importante no es el número sino qué películas se presentan. Aquí hay premios mundiales como la película de Franco, de Trueba, y otros cineastas que nos acompañan. Por ejemplo, 'Anoche conquisté Tebas' la tenía Seminci en mayo. En los meses siguientes ha sido seleccionada en festivales muy comisariados como el de Nueva York y Orizzonti de Venecia.
Cinco horas de película
–Hay una película de cinco horas y varias que se acercan a los 200 minutos. ¿Por qué películas tan largas?
–¿Qué le puedo decir a un maestro como Alexander Sokurov que presenta en Tiempo de Historia una película monumental de cinco horas, a un cineasta de referencia que ha ganado el León de Oro con 'Fausto', el director de 'El arca rusa' y te trae una cinta en la que mezcla sus diarios con material de archivo sobre la historia de Europa en los últimos 60 años?
–¿De qué sirve una obra maestra si no tiene quién la vea?
–Le pedí permiso para programarla en dos sesiones. Ydijo que no, son cinco horas con 15 minutos de descanso. Nosotros somos programadores, no productores ni censores. Si me salgo del papel de director de la Seminci, reconozco el reto de las salas de exhibición para programar este tipo de películas. Se lo ponen más difícil a los exhibidores. Por otro lado, hay una discusión ahí sobre el público que es capaz de ver un maratón de una serie durante horas y cinco horas de un maestro les parece demasiado. Estas otras formas de narrar exigen un mayor esfuerzo, son películas que interpelan. En Tiempo de Historia si hay una cambio este año, antes importaba más el cineasta y su creatividad. Este año son películas más beligerantes, que toman el pulso a los conflictos y al dolor que vivimos.Hay mucho material de archivo, 'With Hasan in Gaza' recupera imágenes de Gaza de hace veinte años. También es posible que por el momento que vivimos nosotros mismos como comité de selección hemos sido más sensibles a ese tipo de películas.
–Espigas de Honor para escuelas de cine que han tenido ciclos en este festival, ¿por qué?
–Porque algunas de esas escuelas habían estado de muy distintas maneras y la relaciones se habían vuelto complicadas. Trabajamos durante años la educación cinematográfica con jóvenes cineastas. Esa es nuestra manera natural de contactar con ellas. Tras una sesión de trabajo con Santiago Tabernero hablamos de que esas escuelas tienen un reconocimiento internacional. Creímos que en esta 70 merecían un reconocimiento en la inauguración porque han cambiado el cine del país. La idea es que esa institución reconocida se comunique en primavera y se trabaje durante al año para esa edición en forma de ciclo, publicación o seminarios. Durante esta semana la ESCAC desemboca en el festival y los alumnos recibirán varias masterclass de los directores que vienen. La ECAM trabajará con el talento de Castilla y León. Por otro lado tenemos hasta 500 estudiantes acreditados, no solo de las escuelas citas, también de la Universidad Camilo José Cela, la Carlos IIIy el Instituto de cine, además de la UVA.
–¿Y la Espiga para la directora francesa Mia Hansen-Love?
–Queremos reconocer a los cineastas que marcan el cine contemporáneo. Ella es una de las cineastas mas influyentes del cine europeo de los últimos quince años.
–¿Vendrá con su marido Olivier Assayas, admirado por usted?
–Ella viene sola.
–Entre las proyecciones especiales, otra serie 'Yakarta' ¿un gancho para nuevos públicos?
–En 2024 reivindicábamos la presencia de Sorogoyen con 'Los años nuevos', para mí uno de esos momentos inolvidables. Seminci fue una adelantada a su tiempo proyectando series de Von Trier o Lynch. Cuando encuentras una obra monumental o la última serie de un gran talento del cine español, al que admiro, como es Diego San José, aprovecho la ocasión. Es un gran trabajador que no se ha acomodado. Siempre busca algo nuevo y ahora se arriesga con una serie que es puro drama y con un cómplice, Javier Cámara, que dirige uno de los episodios.
–¿Veremos a Josh O'Connor o a KristenStewart por Valladolid?
–Hasta que no emitamos billetes, no podemos confirmar presencias.
–¿Se fortalece su relación con el Herreriano?
–Surge de manera natural y contar con un profesional como Hontoria y un espacio como el Herreriano es una suerte, nos encontramos a gusto contribuyendo juntos a la imagen de Valladolid como ciudad abierta a las nuevas tendencias artísticas. Tenemos que intentar ofrecer una programación lo más abierta posible. Seminci es un foco de atracción turística importante con un gran programa cinematográfico, una oferta gastronómica inigualable y ocio nocturno a precios muy competitivos. Esa es otra cuestión a actualizar de forma urgente ya que tenemos precios de hace más de diez años.
–¿Cuál es su colofón deseado?
–Con un palmarés razonable, sabiendo que el director ni pincha ni corta; unas buenas cifras de asistencia y la sensación de haber vivido un festival diferente; haber provocado debate, reflexión, haber mentalizado al público sobre problemas que nos acucian, de eso hablan las películas, de identidad, maternidad, transtorno mental.
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