La reinvención de uno mismo a través de los hijos
Marta Nieto se estrena como directora en 'La mitad de Ana', una retrato sobre la identidad de género que ella misma protagoniza
El cuadro que protagoniza algunas de las escenas de 'La mitad de Ana' es obra de Ángeles Santos. Se trata de 'Un mundo', una de ... las pinturas más notables de la artista, que terminó este trabajo precisamente en Valladolid. Cuelga de las paredes del museo Reina Sofía y dentro de la película es otro personaje más. «Nos permite ver qué tiene Ana en la cabeza, había algo concreto que se relaciona directamente con el cuadro y otro más abstracto que tiene que ver con la poesía de la película visual», explica Marta Nieto. Ella protagoniza y dirige –por primera vez en un largometraje– la cinta, que hace un retrato de la identidad de género desde los ojos de la madre de una hija trans. Con esta premisa, la cinta también habla sobre cómo una mujer adulta puede renacer y buscar también su propia identidad. «Es la situación con su hija la que la ayuda a mirar su vida desde otro lugar, Cómo le ayuda a renacer».
Y si renace, es por algún motivo. «El título habla de esa mitad, porque hay una parte de ella que no se ve. Que tiene que ver con todo lo que ella ha dejado de lado para criar casi en solitario. Esto se suma a que también es una artista frustrada, que ahora mismo no puede desarrollar arte, se siente incompleta, avasallada y desecha», explica la directora.
La película nace de alguna forma del cortometraje 'Son', que dirige la propia Marta Nieto y que ya participó en la 67 edición de la Seminci. «Es más bien al revés, ya que la película entró primero en las residencias. Después se sumó María Zamora (la productora), quien me dijo que podríamos hacer un corto para explorar la dirección». Y lo hizo, para después dar el salto a ponerse detrás –y delante– de la cámara. «Es lo más difícil que he hecho nunca. Si me lo dices hace cinco años te hubiera dicho que no, que no lo hubiera hecho», confiesa la realizadora sobre la doble función que desarrolla en la película.
«El lenguaje es una herramienta fundamental para la inclusión y el respeto»
Marta Nieto
Directora y protagonista
Sobre los temas que toca la película destaca la infancia trans y cómo esa situación ayuda también a los personajes a cambiar el punto de vista sobre otros aspectos propios. «El proyecto me gustó porque a pesar de que es un tema que se puede ver en otras películas, también se aborda desde el punto de vista de la madre y cómo se da cuenta de que debe buscar su propia identidad a través de su hija», apunta la productora. También tienen algo que decir los protagonistas. «Ante algo nuevo no se sabe reaccionar y eso está reflejado de una manera muy natural. Mi personaje hace lo que puede y una de las cosas que me gustan es que lo hace desde el amor. Sabe hasta dónde puede y eso también es un reflejo de lo que está pasando en la realidad, que es un tema nuevo», comenta Sonia Almarcha, quien también destaca que la cinta trata el tema de la identidad de género de forma objetiva, sin posicionarse.
Búsqueda de identidad
«En mi caso, yo funciono para aportar calma. Mi personaje está por encima, ya que lo ha vivido sobre su propia piel y sabe que no hay nada de malo. Está para dar esa paz a Ana, decir que lo único que hay que hacer es no hacer nada. Es relevante también en cuanto a enseñanza en tema de infancia, que los padres establecen un marco, pero son los hijos los que tienen que descubrir por ellos mismos», añade su compañero de reparto, Pablo Alamá.
Otro de los aspectos más importantes a la hora de tratar el tema de la identidad de género es el propio lenguaje, algo que se tiene en cuenta en la película, desde el propio guión. «Primero, no nos posicionamos y luego empezamos a utilizar el lenguaje adecuado a la voluntad de su hija, de Son. Nos pareció muy importante tenerlo en cuenta y entenderlo, es algo que hemos mirado casi escena a escena, sabiendo que es lo que más se ajustaba», explica Beatriz Herzog, guionista. Una idea que también comparte la directora. «Es una herramienta fundamental para la inclusión y el respeto. La película es también una exploración de la infancia trans y era una de las cosas donde teníamos que ser más precisas», apunta Marta Nieto.
En definitiva, la película ahonda en la búsqueda de identidad de la hija de la protagonista, pero también sirve cómo inspiración para que el personaje de la madre abra la mente sobre ella misma. «Es todo un evento en el encuentro de esa identidad», resume la guionista. Y también, con el foco en la diversidad. «La intención de verte reflejado en pantalla. Donde caben personas de todo tipo», zanja la directora.
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