La luz de la inocencia
Abbas Fahdel y su familia nos muestran la poética entereza que sobrevive, una vez más, entre la devastación de su tierra.
En la mirada serena y ponderada de Abbas Fahdel siempre hay varios objetos de atención. Sus planos se quedan a vivir en una realidad que ... los envuelve. Sin embargo, lejos de competir entre ellos, conviven pacíficamente en la pantalla y anidan en la memoria del espectador sin conflicto alguno. Saben que su protagonismo está garantizado; que su presencia es relevante. La vida se desarrolla a su alrededor naturalmente, como esa vegetación que es capaz de cubrir las huellas de los hombres si nadie se lo impide.
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'tales of the wounded land' Director: Abbas Fahdel.
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Líbano. 120'.
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Teatro Zorrilla: Viernes, 31, Hoy, 12.00 h.
Puede que Fahdel adquiriera la costumbre de rodar de este modo tan singular y obrar semejante milagro gracias a sus años de estudiante, cuando aprendía a transmitir la sobriedad de cada momento junto a Éric Rohmer, que era capaz de hacer convivir en un mismo plano una conversación momentánea e intrascendente junto al silencio de una realidad obsesiva.
La película presentada por el director franco-iraquí en esta edición se enfrenta al horror y a la destrucción sufrida en el sur del Líbano, a escasa distancia de su hogar actual, donde vive con su esposa, la pintora y productora Nour Ballouk, y con su hija de pocos años de edad. El Ejército de Israel ha bombardeado sistemáticamente la zona hasta reducirla a escombros.
Puede que el genocidio perpetrado por Netanyahu en Gaza haya eclipsado de algún modo la relevancia internacional de los ataques israelíes en el Líbano y destinados a Hezbolá, aunque sea la población civil que vive en la región, cristiana y musulmana, pacífica e inofensiva, quien ha sufrido los efectos devastadores.
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Abbas Fahdel, como en otras ocasiones, utiliza su experiencia y circunstancia personal para construir desde sus propias coordenadas el relato veraz de cuanto ocurre. En este caso, su esposa y su hija tejerán el hilo conductor. Sobre todo la pequeña, que despliega toda la inocencia que aún sobrevive entre las ruinas, junto a los testimonios que su madre recoge a través de serenas conversaciones, llenas de afecto, con vecinos que han perdido sus casas, sus bibliotecas, sus recuerdos o sus negocios; determinados a aceptar la pérdidas irreparables y reconstruir el resto.
Hay en 'Tales of the Wounded Land' una imperturbable aceptación del estado de las cosas que, lejos de sugerir una rendición, despierta entereza y valor en una población vapuleada que se siente, sin embargo, poseedora de una razón justa y pacífica.
Entre las ruinas se abre camino un propósito irredento que acompaña a los curiosos y diminutos pasos de la hija de Nour y Abbas; dueña de una infancia sin calendario, sin pasado a la espalda, que va iluminando la sombra del mundo.
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