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Isabelle Renaud, Amaia Salamanca y David Verdaguer, en 'Siempre es invierno'.
Sección Oficial

Perdedor fatal y antihéroe simpático

La fortuna no les sonríe a los protagonistas de 'Orphan' y de 'Siempre es invierno'

Victoria M. Niño

Valladolid

Viernes, 31 de octubre 2025, 19:36

Infancia, disidencia y guerra en la Europa de mediados del pasado siglo vuelven a darse cita en la película 'Orphan', del húngaro László Nemes, director ... de la oscarizada 'El hijo d Saúl'. Otro perdedor, más humoroso, protagoniza 'Siempre es invierno', de David Trueba que clausura este sábado la 70ª Seminci. La sección oficial se cerraba por la noche con 'Yes', del israelí Nadav Lapid, a horario poco propicio a concentraciones y con un cineasta muy crítico con Netanyahu.

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László Nemes sigue encontrando en torno a la II Guerra Mundial historias de su país que llevar a la pantalla grande, en ese subgénero que, culpa alemana aparte, domina Polonia. Budapest, 1957, son las coordenadas de 'Orphan', la historia de un niño, Andor Hirsch, que, como dice el título, es huérfano a pesar de sus dos padres, el deseado y el real.

El intento de sublevación contra el poder soviético reactiva el control de la población, el terror del partido, el abuso de la autoridad. Andor vive con su madre, que trabaja en una tienda bajo su casa, regentada por un delator. Aún esperan que regrese el padre, que lleva diez años en los campos de concentración. El niño anhela saber de su progenitor, busca a su amigo mimo para que le hable de él, guarda cuidadosamente sus cosas, le reza cada noche.

Un hombre irrumpe en sus vidas reclamando su derecho sobre la madre y el niño. Nemes da pocas pistas sobre la relación hasta que finalmente la explicita. El ritmo con el que desvela la información entreverando las correrías con su amiga, la historia del hermano, las colas, la violencia en las calles, es un poco irregular lo que no facilita la comprensión de la herida de Andor. Tragedia casi griega en el contexto de la Hungría comunista con la minoría judía para completar el círculo. El joven actor Bojtorján Barabas encarna al introspectivo Andor y la película descansa sobre su rostro, que cumple con el cometido.

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'Siempre es invierno' y 'Orphan'

  • Director: David Trueba. Intérpretes: David Verdaguer, Isabelle Renaud, Amaia Salamanca, Jon Arias. España / Bélgica. 100'

    Teatro Calderón, sábado, 20:00 h.
    Teatro Cervantes, sábado, 21:30 h.
    Fundos, sábado, 21:30 h. Director: László Nemes. Intérpretes: Gyorgy Bojtik, Andrea Waskovics, Bojtorján Barabas, Grégory Gadebois. Hungría/ Reino Unido/ Francia. 132'Teatro Carrion, sábado 19:15 h.

De Budapest a Bruselas, del pasado traumático al presente líquido, del cine político al drama romántico. David Trueba adapta su novela 'Blizt' (Anagrama 2015) a la pantalla grande bajo el título 'Siempre es invierno'.

La desesperación y la destrucción de la cinta húngara dejan paso a la ordenada y racional vida belga. Allí viajan Miguel y Marta (David Verdaguer y Amaia Salamanca), un arquitecto paisajista y su pareja, para participar en un simposio. La maqueta del proyecto de Miguel les acompaña como lastre metafórico.

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El parque de los árboles tristes

Al poco de llegar, ella le deja y Verdaguer, protagonista de 'Saben aquell' del mismo director, decide quedarse en esa ciudad fría a pasear su duelo. Trueba compone un antihéroe, un perdedor con momentos hilarantes y diálogos muy ingeniosos. Ejerce una profesión artística, de esas que ni se consideran en España, tiene talento para crear jardines pero no encuentra quien se los compre y se mide con su negativo en el simposio, Álex Ripoll, epítome del triunfador.

En el parque de los árboles tristes, bautizado así por el arquitecto, Miguel se despide de su amor y encuentra a Olga, una mujer madura que trabaja en el simposio. Ella le enseñará la ciudad y otra manera de enfocar lo que le ocurre. La inestabilidad propia del momento de cambio –sentimental, laboral, social– de Miguel concentra el interés de Trueba que le empuja a saltar.

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Algunas de las certezas que acompañan a Miguel son dinamitadas por Olga, contrapunto sereno que no espera demasiado y casi lo tiene todo. El handicap de la edad termina por ser un aliciente para el joven español que vive en permanente invierno desde que perdió a Marta aunque encuentra una manta frente al Mediterráneo en Mallorca. Película amable, elegantemente resuelta, estructurada a través de los meses de un año y con un Verdaguer que se calza las pantuflas de Miguel como si caminara siempre con ellas.

David Trueba ha provocado la sonrisa y la risa en un público ávido de comedia, tras una Semana que no ha conocido el género. Antaño el festival inauguraba y clausuraba con filmes que eran un hito cinematográfico en el año. Desde hace unos años basta con que sean una muestra del latido del cine español.

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