Isabel Coixet estrena la 70ª Seminci: «No pienso que dirija bien a actores, pero sí que los escojo muy bien»
La directora abre el festival con 'Tres Adioses', un filme que profundiza en la idea de cómo vivir bien cuando sabes que vas a morir
La Roma de Isabel Coixet no tiene monumentos. No tiene un casco histórico, no hay grandes avenidas, ni estatuas imponentes. Su ciudad eterna tiene esquinas, ... tiene rincones, una farola que alumbra un portal, un supermercado o una profesora de instituto que vuelve a casa en bicicleta. «¿Cómo lo haces? Simplemente pedaleo», responde el personaje de Marta, interpretado por Alba Rohrwacher. Poco antes, ella y Antonio -Elio Germano- se han separado tras una relación de varios años. Será la ruptura, sumado a un problema de salud, lod que despierten en la protagonista el deseo y las ganas de vivir sin miedo. Isabel Coixet regresa a la Seminci en su 70ª aniversario que 'Tres adioses', estreno en España y encargada de abrir la nueva edición del festival tras la gala de inauguración.
«Estoy en todas las etapas del festival», bromea la directora, quien ya ha abierto Seminci con 'La Librería' o, la última vez, en 2020, con 'Nieva en Benidorm', cuando además recibió la Espiga de Honor. Ahora vuelve con una coproducción Italia-España y basada en la novela 'Tre Ciotole', de Michela Murgia, donde profundiza en la idea de «vivir bien cuando sabes que vas a morir». «Es un libro un poco caótico, porque no está acabado. Michela Murgia falleció antes de terminarlo y fue su editor quien lo finalizó siguiendo sus indicaciones», explica la directora.
«Hay cosas clásicas, pero también momentos de irnos con los actores a un rincón sin nadie y grabar con una Kodak que vale 35 euros»
La adaptación no es literal y eso obliga a desprenderse de algunos pasajes de la novela, especialmente algunos más anclados en la política italiana. «Partes que no tenían esos ecos de universalidad que tiene la historia de Antonio y Marta. Me pareció que podía dar una vuelta de tuerca a mis obsesiones de siempre, que es más que cómo morir bien, el cómo vivir bien cuando sabes que vas a morir», incide Isabel Coixet. La película muestra esto, sin entrar muy a fondo, a través de ese problema de salud de la protagonista. Es todo un cóctel que mezcla drama, esperanza e incluso humor a lo largo de una película donde Roma encarna otro personaje. Una ciudad más que vista en el cine, pero alejada de la mirada habitual en la gran pantalla.
Instantáneas de calles no habituales de la ciudad que se complementan con otras caseras, grabadas con una cámara de vídeo, de las que se sujetan con una tira alrededor de la mano, y que reflejan los momentos felices de la pareja antes de la ruptura. «No es que corresponda a la época donde los protagonistas empezaron a salir juntos, pero sí casa con la idea que nos hacemos cuando recordamos las escenas de pareja, que vemos una película. Aquí hay cosas clásicas, pero también hay momentos de irnos con los actores a un rincón sin nadie y grabar con una cámara Kodak que vale 35 euros en eBay. Ese contraste es también bonito».
Y esa disparidad, esa diferencia, no está solo en las imágenes, también vive latente de fondo en la película, con esa Roma íntima alejada de los turistas, pero que sí guarda cierta crítica al turismo en masa. «Es quizá una de las primeras cosas en las que pensé. Ya no son solo los apartamentos turísticos, el Airbnb, es también esta cosa del Trip Advisor, el cómo se banaliza la comida, los lugares, que al final solo hace crecer las cosas que son masivas, pero que no tienen alma. Para mí era algo importante», resume la directora. Pero da un apunte. «Otra cosa que hay que pensar es, si no queremos al turista, cuál es el plan B. Pero sí, hay una voluntad de crítica», concreta.
Dejar un legado
Más allá de esto, Isabel Coixet también se centra en el legado que la protagonista busca dejar cuando es consciente de su enfermedad. Una huella que escapa lo material. «Parte del proceso del personaje es abrirse al mundo y eso significa preocuparse por los demás. Y el legado que deja es el cuidado, el dejar huella de tu conducta y de tu atención a los demás. Algo que también pasa por pararte a tomarte un vino con una persona que has visto tres veces en tu vida, que te dice hola, y escucharla. Algo que el personaje también hace cuando en un momento de la película busca decir, no hace falta castigarse para sentirse viva». Y un mensaje que además se deja claro al espectador con una carta que lee la protagonista al final de la cinta.
'Tres adioses' se estrena a nivel nacional en Seminci después de varios días ya disponible en la cartelera italiana, donde ya la han podido ver 240.000 espectadores. La coproducción también cuenta en su reparto con Francesco Carril, quien pasó hace un año por el festival vallisoletano con la serie 'Los años nuevos'. Habituales pues, esta semana de cine, como Isabel Coixet, la directora que está «en todas las etapas del festival». Hasta luego, entonces.
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