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EL NORTE
Sábado, 31 de octubre 2015, 17:41
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La actriz francesa Juliette Binoche, protagonista de Nadie quiere la noche, el film de Isabel Coixet que hoy pondrá el punto y final a la 60ª Semana Internacional de Cine de Valladolid, aseguró que recibirá la Espiga de Honor del festival «con humildad». «He tenido la suerte de trabajar con autores magníficos que vieron en mí lo que ni siquiera yo había visto. A través de sus películas, te revelan partes de ti misma que desconoces, y descubres la manera en que los otros te ven. Ser actriz me ha permitido ver la humanidad a través de ojos ajenos».
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La protagonista de films como El paciente inglés o Los amantes del Pont-Neuf confesó estar «Muy emocionada de estar aquí», y explicó que es la primera vez que visita España para hablar de una película. «Quizá debería haberlo hecho antes, pero mi vida es un poco compleja ahora», resaltó a Ical con una sonrisa antes de agradecer el recibimiento dispensado en la Semana.
Binoche interpreta en la película de Isabel Coixet a Josephine Peary, la esposa de un explorador embarcado en una expedición para alcanzar y descubrir el Polo Norte. «La película describe cómo esta mujer se mete en una aventura que comienza de una manera muy loca y bastante irracional. Ella pretende demostrarle a su esposo el amor que siente por él, y por eso parte en su busca. De repente, se encuentra en un lugar totalmente encerrada, del cual no puede escapar, junto a su peor enemigo, la amante de su marido, y ese encierro entre las dos se convierte en un magnífico laboratorio de emociones, en el cual sentirá ganas de matarla, celos y de todo. En ese iglú se mezcla todo: las dos mujeres, el frío, la noche Me apetecía recorrer todos esos estratos que ofrecía el personaje, porque atravesar la naturaleza animal de las personas es la única manera que tenemos de volver a sentirnos humanos», señaló.
Binoche aseguró que su personaje es, al inicio del film, «orgulloso», y al final del viaje «termina descubriendo cosas de ella misma que no conocía, y eso la convierte en alguien más humano. Hablamos mucho de la conclusión del film, y yo creo que al final, pese a todo el dolor que ha tenido que soportar, ella es una persona más humana». «Este rodaje me ha exigido un esfuerzo físico mucho mayor de lo que podía imaginar, más incluso que Camille Claudel 1915, de Bruno Dumont. Un mes después de terminar la película seguía dentro de mi personaje, y esto raramente me ocurre», subrayó.
Sobre su interacción con el otro personaje femenino del film, la inuit Allaka, explicó que es esa mujer quien permite que Josephine se encuentre a sí misma. « El adversario quien te permite trastocarlo todo, darle la vuelta a tu interior. Ella es su rival pero a la vez es complementaria, en una película extrema donde las dos mujeres se enfrentan a la vida y al amor en pleno Polo Norte. Lo increíble es ver hasta dónde somos capaces de llegar dentro de esta aparente adversidad, que nos permite encontrarnos a nosotros mismos», destacó la actriz.
Según desveló a los medios, desde que leyó por primera vez el guión le pareció «importante contar esta historia, que es la nuestra, porque vamos hacia la oscuridad y tenemos que dar la vuelta a todo de una manera integral, volviendo a la esencia. Debemos ir hacia el amor, abrazar al enemigo, al opuesto, a lo imposible, porque están en el fondo de nosotros mismos. Para mí Nadie quiere la noche es una película urgente», concluyó.
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