Urgente La jueza decreta el ingreso en prisión del jefe de Estupefacientes de Valladolid
Escena de 'La chica zurda'.

Seminci | Sección Oficial

La difícil tarea de convivir con el pasado

Lo personajes de 'Golpes', 'La chica zurda', 'Dos fiscales' y 'Duse' cargan con secretos familiares y políticos y corren distinta suerte

Victoria M. Niño

Valladolid

Domingo, 26 de octubre 2025, 22:31

Dos óperas primas y dos películas de directores veteranos se estrenaron el domingo en la Sección Oficial. Con 'Golpes' y 'La chica zurda' debutan Rafael ... Cobos y Shih-Ching Tsou, que trabajan desde hace años con Alberto Rodríguez y Sean Baker respectivamente. 'Dos fiscales', de Loznitsa, y 'Duse', de Marcello, miran a la Europa de los totalitarismos con un ojo en el presente.

Publicidad

Rafael Cobos ha elegido una historia de quinquis en la España de finales de los setenta, en la que conviven retratos de Franco y del rey Juan Carlos. Sabino y Migueli, policía y ladrón, son hermanos. Para que el primero logre su sueño debe detener al segundo. Este planea una serie de robos porque quiere reunir ocho millones de pesetas, lo que le piden por la tierra en la que está enterrado su padre. Con esa guía va abriendo ventanas Cobos que explican cómo llegaron aquí, los golpes previos al golpe final.

La familia, la ausencia de ella, marca la vida de estos antihéroes de barriada sevillana. Luis Tosar y Jesús Carroza, que parece nacido para delinquir en la pantalla, encarnan a los hermanos condenados a encontrarse. A ritmo de 'Tu frialdad', de Triana, Cobos cuenta las dos historias de amor, una languideciendo, otra emergente a pesar del entorno hostil. La huella de la Guerra Civil marca esta cinta que transcurre en la Transición. 'Golpes' refleja los bajos fondos de la heroína, las viudas sin pensión, las discotecas de travestidos, con delicadeza, con mimo, como la decantación del hambre no satisfecho tras cuarenta años de posguerra.

De Sevilla a Taipei, con personajes también marginales. Que el abuelo diga a la niña que la mano izquierda es la mano del diablo permite a I-Jin, 'La chica zurda', justificar cualquiera acción al recaer la responsabilidad en el maléfico ser. La directora Shih-Ching Tsou nos muestra a través de los ojos de esa niña el mercado nocturno de la capital taiwanesa donde trabaja su madre, donde transcurre la vida de tres mujeres acuciadas por las dificultades económicas. Nina Ye es la actriz que da vida a la resuelta infanta que, con su ingenuidad, busca soluciones a los problemas de los mayores.

Publicidad

El cumpleaños de la abuela reúne a la gran familia, momento para destapar secretos íntimos y miserias de los miembros más respetables. Tsou esboza los desvíos del régimen chino en el que un ama de casa sexagenaria trafica con personas o la vigencia de la obsesión por el hijo varón. La niña zurda y la percusión que acompaña cada una de sus excursiones, rodadas a la altura de la pequeña, se ganaron los aplausos del público.

El arma de la delación

Aunque para Sergei Loznitsa no exista la división del pasado, presente y futuro, por la actualidad de cualquier tema histórico que toca, su película 'Dos fiscales', nos traslada a 1938. Entonces es detenido el físico Georgy Demidov que pasó buena parte de su vida en campos de concentración soviéticos y escribió la novela que el director ucraniano ha llevado al cine. La URSS de la Gran Purga se construyó con la delación como arma más destructiva. En ese momento un joven fiscal de provincias, Kornev, atiende la denuncia de corrupción del sistema que hace un preso. Decide elevarla al fiscal general en Moscú para evitar que los mandos intermedios del partido, los denunciados, le ataquen a él. Está convencido de los ideales patrios y del envilecimiento de quienes deben defenderlos.

Publicidad

Loznitsa rueda en despachos de madera, de oprimentes tonos marrones, en los que siempre hay un retrato de Lenin y un busto de Stalin. La burocracia engulle conciencias y cabezas y se convierte en el sentido mismo del sistema. Entre la aspereza funcionarial, hay dos escenas del tren que parecen fábulas de Chejov o Turgueniev. El realizador de 'Donbass' no compara pero avisa, lo que pasó puede seguir pasando.

A los años en los que germina el fascismo italiano nos lleva 'Duse', la película de Pietro Marcello que evoca la vida de la actriz italiana, Eleonora Duse, en el momento de su decadencia. Retirada de las tablas por la tuberculosis, en una mejoría decide volver. La ciclotímica artista, amante intermitente del poeta Gabriele D'Annunzio, se muere sin el teatro así que retoma su compañía y una gira. La I Guerra Mundial y el violento clima político apelan al compromiso con su tiempo, por eso el reproche de Sarah Bernhardt: ¿Qué sentido tiene repetir a los clásicos? Valeria Bruni es una atractiva Duse al servicio de un guion circular al que le cuesta avanzar.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3€ primer mes

Publicidad