'Stabat Mater', una bella obra como regalo
«La OSCyL, que cumplió sin dificultad su cometido, recibió junto a Jordi Casas, coro y solistas, merecidos aplausos, para cerrar, ahora sí, una feliz temporada»
EMILIANO ALLENDE
Sábado, 9 de julio 2022, 17:22
El Coro de Castilla y León hizo su debut oficial, como coro de la OSCyL, con un buen regalo, como fue el 'Stabat Mater' de Rossini. No era habitual que a Rossini se le hicieran encargos como este. La historia escapa a la extensión de esta crónica. Valga decir que fue el deseo de un español y que Rossini dudó antes de aceptar. Gracias a ello pudimos disfrutar de la calidad de esta obra del excelente compositor.
Después de la clásica introducción 'Stabat mater dolorosa', en la que solistas y coros son ya protagonistas y en la que se notaron las lógicas dudas de lo que suponía un estreno, pasamos al aria correspondiente al tenor, en donde observamos las dificultades que hubo de salvar Juan Francisco Gatell. La cosa mejoró en el 'duetto' para soprano y mezzo, aunque el empaste no fue fácil debido a las características diferentes de las dos voces.
El bajo Simón Orfila lució poder en su aria junto al coro, que estuvo presente en casi toda la obra, demostrando la experiencia adquirida durante estos años. Más difícil fue conciliar el sonido en el cuarteto de solistas 'a capella'. A continuación, Rossini compuso una cavatina preciosa, muestra del cuidado que siempre puso en la voz de las mezzosopranos. Marifé Nogales, de larga trayectoria, la vertió con gusto, al igual que hizo después la soprano Lucía Martín, de timbre nítido y bien proyectado.
Concierto sinfónico de coros: 'Stabat Mater', de Rossini
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Director: Evelino Pidò
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Intérpretes: Lucía Martín (soprano), Marifé Nogales (mezzosoprano), Juan Francisco Gatell (tenor), Simón Orfila (bajo, barítono).
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Director del Coro de la OscyL: Jordi Casas.
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Concierto: Auditorio Miguel Delibes. Viernes, 8 de julio de 2022.
Todo, antes de los dos últimos números, que elevaron el nivel del concierto. El primero de ellos, el cuarteto 'Quando corpus morietur', de cuya calidad habló incluso Wagner, poco dado a resaltar las cualidades de sus colegas. Y el 'Amén' final, una compleja fuga que sirvió para demostrar la calidad del coro, que se mostró seguro en las entradas y fluido en los contrapuntos. Evelino Pidò, justificó su experiencia para este tipo de conciertos. La OSCyL, que cumplió sin dificultad su cometido, recibió junto a Jordi Casas, coro y solistas, merecidos aplausos, para cerrar, ahora sí, una feliz temporada.