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La cantante Rosalía, en una imagen promocional del nuevo disco. Efe
Rosalía, un terremoto ibérico y global

Rosalía, un terremoto ibérico y global

La cantante catalana presentó ayer su nuevo disco, 'El mal querer'. Ha conseguido que se escuche flamenco en Nueva York o Londres

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Jueves, 1 de noviembre 2018, 00:52

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Como Camarón, cuando desafió hace 40 años a los puristas del flamenco introduciendo baterías y guitarras eléctricas en 'La leyenda del tiempo', Rosalía ha removido los cimientos del género con una mezcla de transgresión y fidelidad a sus principios. Esta joven nacida en el extrarradio de Barcelona en 1993, sin tradición de 'cantaores' en su familia ni sangre 'charnega', ya va camino de convertirse en un icono mundial de la cultura ibérica. Ha actuado en Londres y Singapur, revienta festivales como el Sónar y está nominada a cinco Grammys latinos. Ayer presentó en Madrid su último disco, 'El mal querer' (Sony Music), en un concierto gratuito en la Plaza Colón al que asistieron más de 11.000 personas. Las entradas, que eran gratuitas pero bajo inscripción previa, se agotaron en menos de cinco horas.

La contradicción de su éxito es que esta joven no encaja en los estereotipos del flamenco y ha sido criticada por una supuesta apropiación cultural, pero ella se defiende con uñas y dientes. «Yo siempre seré flamenca, aunque no sea gitana y no encaje en el estereotipo de las cantaoras, lo llevo en el alma», responde en cada entrevista cuando le preguntan por lo que más le han repetido en sus 10 años de carrera.

El duende de Rosalia radica en haber conseguido que los jóvenes vuelvan a escuchar flamenco, y no solo en España, también Nueva York. En septiembre anunció los detalles de 'El mal querer' desde la mismísima Times Square y días más tarde interpretó uno de los temas, 'Malamente', en el influyente programa de televisión de Jools Holland en la BBC británica.

Rosalía cuenta que la primera vez que escuchó a Camarón -«en el altavoz de un coche aparcado en mitad de la calle»- fue como si «él me traspasase». Si la revolución del genio de San Fernando se perpetró poniendóle música y voz a los poemas de Lorca, la chica del Baix Llobregat lo hace fusionando el flamenco con géneros tan antagónicos a priori como el 'rhythm and blues' o el 'trap'. También lleva al barroco el estilo visual en su forma de vestir -su diseñador de cabecera es Palomo Spain- y sus videoclips. En el de 'Malamente', una canción que habla de la muerte, los actores interpretan a chavales 'poligoneros', el universo central de su obra. Hay abuso del chándal con colores estridentes, incluso un confrade con uniforme de nazareno que monta sobre monopatín con clavos.

Nada en la obra de Rosalía es fruto de la improvisación. Para ser una estrella global hay que entrenar duro y ella lo hace. Además de haber asumido el profesionalismo de la industria musical norteamericana, a los 13 años empezó a estudiar a los grandes del género bajo la tutela del maestro gaditano Chiqui de la Línea, que le sigue acompañando a día de hoy. Su formación también incluye técnica lírica, música moderna y cante jondo.

Una chica Almodóvar

En el caso de 'El mal querer', su intención era narrar una historia flamenca en varios actos. Su protagonista es un personaje «con fuerza y poderoso», la guía de los capítulos en los que se divide de su disco: 'Malamente' es augurio; 'Que no salga la luna', la boda; 'Pienso en tu mirá', los celos; 'De aquí no sales', la disputa; 'Reniego', el lamento; 'Preso'-un tema en el que pone la voz Rossy de Palma-, la clausura; 'Bagdad', la liturgia; 'Di mi nombre', el éxtasis; 'Nana', la concepción; 'Maldición', la cordura, y 'A ningún hombre', el poder.

Todo este universo no le ha sido ajeno al director Pedro Almodóvar, que quiso apuntarse el tanto de hacer debutar a Rosalía en el cine, además junto a Penélope Cruz. Lo hizo en 'Dolor y Gloria', una película que se rodó el pasado verano. «De pequeña veía las películas de Pedro y las mujeres que salían me parecían de otro mundo... Pero a la vez tan familiares», escribió en Instagram después del primer día de grabación.

Rosalía lo tiene claro, a su generación ya no le da miedo internacionalizarse: «Lo que hacemos en España sale de España y no se queda solo aquí».

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