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Desde la izquierda, Jokin Urtasun, Liz Moore, Iván García y Jordi Creus, el Cuarteto Ribera a las afueras del Miguel Delibes. Henar Sastre
Joyas camerística de la era industrial

Joyas camerística de la era industrial

El Cuarteto Ribera pone banda sonora al tránsito del XIXal XX en el concierto de hoy en la capilla del Museo de Escultura

Victoria M. Niño

Valladolid

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Jueves, 1 de marzo 2018, 12:08

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Tres de los compositores que sonarán hoy en la capilla de San Gregorio Puccini, Stravinsky y Webern– conocieron la electricidad. Mendelssohn, el plato fuerte de la velada, compuso a la luz de la candela. El Cuarteto Ribera salta del romanticismo a la primera vanguardia musical en un programa que acompaña la exposición ‘Tesoros eléctricos’, del Museo Nacional de Escultura.

La electricidad permitió el desarrollo de la galvanización, técnica que llenó las casas de la burguesía decimonónica con piezas de sabor grecolatino. Mientras ellas aguardan silenciosas al visitante en el Palacio de Villena (hasta el 8 de abril), Liz Moore –primer violín–, Iván García –segundo–, Jokin Urtasun –viola– y Jordi Creus –chelo– pondrán banda sonora a ese salto tecnológico gracias a Edison que impulsó una nueva manera de vivir.

«Los cuarteto más conocidos hacen el repertorio grande. Nosotros preferimos joyas pequeñas, tesoros musicales», explica Jokin. «Hace dos años que nos topamos con el ‘Cuarteto nº2’ de Mendelssohn y ha sido ahora cuando lo vamos a tocar. Este es el reto del programa», dice Iván . El compositor alemán la escribió con 18 años, bajo la impresión de la reciente muerte de Beethoven y con la romántica inspiración de ‘La pregunta’.

Intimidad camerística

Doblarán la esquina del XIX hacia el XX con Puccini y su ‘Crisantemi’, una pieza compuesta en 1890, en una noche como homenaje a Amadeo de Saboya. Con Stravinsky y sus ‘Tres piezas para cuatro cuerdas’ abren la caja de la experimentación en la que el ruso nadó cómodamente en todos los géneros, también en la música de cámara. Finalmente la ‘Langsamer Satz’ de Webern es «una canción de amor dedicada a su amada», apunta Jordi.

Los cuatro son profesores de la Sinfónica de Castilla y León que se unieron como cuarteto en 2012. «Cambiamos de la técnica orquestal a la camerística. En el cuarteto no hay director, somos muy democráticos, nadie manda», explica Liz. Iván apunta que la ventaja de que cada semana trabajan con directores distintos en la OSCyL «nos permite incorporar esas enseñanzas al cuarteto. Es curioso pero si nos dirige Bychkov, esa semana somos un poco como él, si es Spinosi, entendemos la música a su manera, y esta semana con Petrenko, a la suya». Como cuarteto«tenemos que sonar como si una sola persona tocara los cuatro instrumentos, eso implica mucho trabajo, una gran afinidad personal entre los cuatro y una responsabilidad cercana al solista», aclara Iván. Acompañaron la exposición de Berruguete, lo hacen ahora con los ‘Tesoros eléctricos’ y tendrán un programa para final de curso.

20:30 h. de hoy. Capilla del Museo de Escultura. 8 euros.

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