Posada, con los jóvenes
El maestro colombiano dirigió a la Orquesta del Conservatorio Superior de Música de Castilla y León en el Miguel Delibes
Emiliano Allende
Valladolid
Jueves, 22 de junio 2023, 13:58
Así es como retornó Alejandro Posada al auditorio Miguel Delibes. Se puso al frente de la COSCYL, una formación compuesta por estudiantes del Conservatorio Superior ... de Castilla y León, que lleva ya tiempo mostrando sus avances al público.
El director colombiano ha recibido los mayores reconocimientos de su país, además de haber sido director titular de nuestra Orquesta entre 2002 y 2008 y de dirigir varias formaciones europeas además de la Orquesta Nacional de su país. Su compromiso con los jóvenes ha cuajado a nivel nacional en Colombia, donde ha creado numerosos grupos de jóvenes, propiciando conciertos didácticos y encuentros por todo el país que ha extendido fuera de sus fronteras. No es extraño encontrarnos con él al frente de esta orquesta de jóvenes que nos brindaron una tarde de música plena de intensidad y vigor, transmitida por el espíritu de este director al que ha sido un placer volver a escuchar.
Posada comenzó con la obertura 'Leonora nº 3', de Beethoven, que algunos todavía la consideran como los restos del naufragio, que supuso el estreno de su única ópera 'Fidelio'. La obertura es preciosa desde el misterioso comienzo, el engarce de la flauta, la trompeta desde fuera del escenario, y el brillante final. La versión fue el resultado del impulso juvenil que Posada les ha transmitido con toda libertad. Después llegó la 'Fantasía-obertura', de 'Romeo y Julieta', de Tchaikovski. En ella los sentimientos están por encima de la narración episódica y así lo expresaron los jóvenes de la COSCYL. Las maderas anuncian el drama desde el principio. La cuerda respondió muy bien en el torbellino de la batalla. Hubo más conjunción y todo terminó en un final extático.
La 'Sinfonía nº 8' de Dvorak combinó muy bien con lo anterior. La flauta que hizo una labor impecable toda la tarde, fue esencial desde el primer tiempo. El 'adagio' es muy singular, porque a pesar de estar marcado como tal, es más rápido y está surcado por las intervenciones de trompetas y trompas. Y los dos últimos movimientos, están imbuidos por esa vena inspirada de un autor que dejó su sello en el tiempo de danza y sus variaciones 'vivace', y en la espléndida melodía que los violonchelos vertieron con sentimiento, después del anuncio fulgurante de la trompeta. Final desbocado con la orquesta en lo mas alto y los aplausos de público puesto en pie. Posada sonrió feliz. Su personalidad extrovertida ha dejado huella en estos jóvenes.
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