Los coros de Castilla y León celebran su vuelta al escenario con la OSCyL y la 'Misa' de Beethoven

«La gente se muere de ganas por cantar. En los últimos ensayaos no faltó nadie y hay que recordar que son amateurs, que vienen de trabajar. Hay una enfermera que termina su turno y sin descanso está en el ensayo. Es un sacrificio y una muestra de generosidad, un milagro en la sociedad de hoy en día. También aprecian que es un lujo cantar en este escenario y con esta orquesta», explica Casas, a cargo de los coros de Castilla y León en los conciertos participativos del Miguel Delibes. Ha elegido para la ocasión Alterum Cor y Picolo y completado el elenco con audiciones personales.

La partitura sobre la que han trabajado es la segunda obra religiosa de Beethoven, tras el oratorio 'Cristo en el Monte de los Olivos'. «Es un encargo de Esterházy, el conde húngaro para el que trabajó toda su vida Haydn y después Hummel. De alguna manera eso le enorgullece a Beethoven, trabajar para el mismo señor que ellos». Y el compositor de Bonn seguirá la tradición de Haydn, que componía una misa anual. «Formalmente le sigue, pero le sale su ramalazo romántico que es lo que no le gustó a Esterházy. De hecho en el estreno tuvo comentarios poco afortunados que enfadaron tanto a Beethoven que dos años después, cuando lo publicó, se lo dedicó a otro noble».

Es «una misa muy interesante que especifica 'para cuatro voces y orquesta'. Es corta, unos 50 minutos, comparada con las siguiente que compuso, de casi hora y media. Y aunque hay solistas, no tienen arias sino que mantienen un diálogo con los coros. Beethoven quiere subrayar así que la idea religiosa es expresión colectiva también en lo musical», aclara Casas.

Sinfonía de Schumann

Al frente de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León estará Salvador Vázquez (Málaga, 1986), que ya conoce este podio. El titular de la Joven Orquesta Barroca de Andalucía y de los Coro de Ópera de Málaga está muy habituado al repertorio lírico.

Junto a ellos cantarán la soprano Raquel Lojendio, la mezzosoprano Sandra Ferrández, el tenor Juan Antonio Sanabria y el barítono José Antonio López.

El programa se completa con 'Obertura, Scherzo y Finale', de Robert Schumann, sinfonía en tres movimientos que trasluce la influencia de Mozart y de Beethoven. Compuesta en 1841 en Dresde, Schumann se la dedicó a Johannes Verhulst, alumno de Felix Mendelssohn, que fue quien la estrenó al frente de la Gewandhaus en Leipzig, un año más tarde.