Cita con los músicos vallisoletanos

Desde Hungría viene Aitor Cano, que lleva allí cinco años. Fue para estudiar y la pandemia ha dado carpetazo a su vida de estudiantes para ser docente. «No tenía sentido seguir en la Universidad de Budapest cuando las clases son 'on-line', no las puedes sacar tanto provecho. Quería haberme quedado otros dos años, pero esto ha determinado el final de mis estudios», dice desde Debrecen, donde da clase en tres escuelas. «La facilidad del trabajo fue un factor también determinante».

Formado con Mihály Duftek y Gábor Eckhardt, Cano ha elaborado un programa de compositores españoles y húngaros, con Liszt y su 'Rapsodia española' de enlace. «Tanto en la música española como en la húngara hay una fuerte presencia del folk nacional, algo que no ocurre en la alemana, por ejemplo. Ese peso de lo popular es lo que prima en el programa». Lo ha tenido que estrenar 'on-line' ya que se vio obligado a suspender un concierto la pasada semana en Hungría y la segunda cita con el público será en Valladolid. Después tocará en Palencia (Fundación Díaz Caneja)y en Abarca de Campos, los días 18 y 19.

Está descubriendo lo difícil que es mantener la carrera concertística pareja a la docencia. «Ahora entiendo lo que me contaba mi profesora Marta Zabaleta y valoro el tiempo. Dar cinco y seis horas de clase diarias impone una manera de estudiar distinta, más concentrada, más económica».

Al día siguiente suben al escenario Rubén Ramiro y Luis Gallego. Se conocen hace trece años, cuando estudiaban en el Superior de Madrid y formaron el Dúo Calíope en sus clase de música de cámara. Luego se volvieron a encontrar en el Conservatorio de Burgos, donde ambos son profesores de sus respectivos instrumentos. Rubén Ramiro, pianista, y Luis Gallego, violinista, retomaron el dúo con vocación profesional hace un año. Los conciertos programados para 2020 se vieron pospuestos por la pandemia y este que ofrecen en Valladolid será el segundo.

«Aprovechando la efeméride del 250 aniversario del nacimiento de Beethoven hemos preparado este programa con dos sonatas de su catálogo bien distintas en su carácter. Por un lado la 'Kreutzer', concebida para el lucimiento el violinista para quien la escribió, George Bridgetower. Aunque después discutieron y rectificó la dedicatoria para el violinista más virtuosos del momento, Kreutzer. Ydel reto del violín al del piano en 'Primavera', otra de sus sonatas más conocidas y apreciadas por el público», explica el medinense.

Director del Conservatorio de Burgos celebra la «profesionalidad de nuestros profesores que han mantenido las clases presenciales y 'on-line' cuando no podían ser en el centro. La ciudad también ha retomado la actividad musical, con el Concurso de Órgano».

El tercer y último concierto, el del día 19, estará dedicado a María del Castañar, que fue concejala de Cultura del Ayuntamiento de Valladolid y murió la pasada semana. Juventudes Musicales quiere agradecer así su apoyo. Serendipia Ensemble serán los protagonistas

Moisés Maroto probará a ser profeta en su tierra con un programa de música antigua. Conoció a Rita Rodríguez en la ESMAE de Oporto estudiando música antigua y luego. Siguieron en la ESMUC de Barcelona. En otoño de 2019 se presentaron como dúo de flautas al que se uniría coyunturalmente una tercera pata, la percusión, con Pablo Cantalapiedra. «Queríamos hacer algo distinto.Es más común mezclar flautas con cuerda pulsada o con clave. Por eso buscamos percusión». Moisés ha tocado con Nao D'Amores y concibe la música en relación con otras artes.

«En este caso es con el teatro, es un programa con el hilo conductor de 'La tempestad', de Shakespeare. Más adelante intentaremos unir música barroca española y el teatro de Calderón». Buscan en fuentes lo más primitivas posibles «desde facsímiles y manuscritos a ediciones diplomáticas que intentamos copiar para una lectura más fácil. También hacemos arreglos que es una parte interesante del trabajo. A veces son obras para una sola voz y nosotros las convertimos en dos basándonos en tratados de glosas históricos».

Este programa gira en torno a «la alegoría platónica de la creación del mundo, cómo a partir del caos se ordenan y surgen los cuatro elementos, agua, fuego, aire y tierra. Se abre y se cierra con música que hace las veces de telón y en medio, las ideas citadas a través de músicas distintas».