El «cálido y oscuro» sonido del bombardino de Molina, al servicio de Falla y Sarasate

«Me gusta la música española y tocaremos obras de Falla y Sarasate compuestas para violín arregladas para bombardino.El violín tiene un registro muy amplio y el bombardino no tanto, pero también», explica Molina quien, desde que le enseñaron el instrumento en la escuela de música, quedó prendado del bombardino. «De hecho no he tocado nunca la tuba, su familiar directo. Es un instrumento de viento metal que tiene un sonido más cálido y oscuro y posibilidades técnicas virtuosísticas como la trompeta o el violín».

Molina hizo una sustitución de un año en la Banda Municipal de Alicante y allí le informaron de las plazas para el Cuerpo de Músicas Militares de las Fuerzas Armadas. Desde 2017 está destinado en la Unidad de Música del Mando Aéreo General en Getafe. «El bombardino puede hacer varios roles: desde doblar la tuba, el contracanto por ejemplo en el pasodoble, llevar la melodía con otros metales o maderas. Es el más versátil de la banda». En el conservatorio tuvo de profesor a Carlos Vivancos. La relación fue tan buena que cuando ganó el premio de Juventudes Musicales le propuso hacer la gira con él. «El repertorio está pensado para que el piano sea acompañante y que el bombardino muestre su virtuosismo». En cuanto a la reacción del público, «hasta ahora les gusta y sorprende el sonido. Casi siempre esperan que sea más grave, más pesado». Además de adaptar partituras de otros instrumentos, Molina apunta que «hay mucho repertorio específico, sobre todo de países con más tradición de 'brass band', como Estados Unidos».

Sábado, 19:00 h. Teatro Calderón. 10 euros.