Emotivo tributo a Mariemma en Íscar

El duende, el embrujo, la elegancia y la vistosidad de los que siempre hizo gala la bailarina y coreógrafa Mariemma (1917-2008) nombre artístico de la iscariense Guillermina Martínez Cabrejas flotó en el ambiente de su villa natal y quedó patente ante los más de 1.200 espectadores que llenaron en sus dos sesiones el teatro auditorio de Íscar. Espacio escénico donde tuvo lugar un magistral recital de danza española en su memoria con motivo de la conmemoración del centenario de su nacimiento.

Magno recital de danza española que tuvo como protagonistas al Ballet Larreal del Real Conservatorio Profesional de Danza Mariemma de Madrid y la Escuela Profesional de Danza de Castilla y León en Valladolid, cuyos alumnos hicieron gala del buen hacer de sus mentores, que en muchos casos fueron alumnos de la maestra e incluso formaron parte de su compañía. También participó la Asociación Musical Iscariense bajo la batuta de José Luis Gutiérrez García con 70 músicos aficionados de todas las edades, que interpretaron cuatro piezas musicales: Jota de Íscar, Viva Navarra, de Joaquín Larregla; Córdoba, de Isaac Albeniz; y La vida breve, de Manuel de Falla, con las que acompañaron a las bailarinas y bailarines de las citadas escuelas. El homenaje estuvo también protagonizado por los bailarines discípulos de Mariemma y ahora maestros de danza, Mayte Bajo de Valladolid y el sevillano Antonio Canales, artistas invitados y padrinos de honor del acto conmemorativo.

El espectáculo incluyó la proyección de un cortometraje sobre la vida de Mariemma realizado por el director de cine iscariense Daniel G. Cabrero a partir de su ópera prima, Mis caminos a través de la danza, que arrancó con Jota de Íscar, adaptada por Arantxa Carmona a cargo del Ballet Larreal, para continuar con coreografías de Mariemma, Viva Navarra, Córdoba y La vida breve, interpretadas por las madrileñas Lucía Gómez y Celia Ñacle y la vallisoletana Lucía López respetivamente.

Después, con coreografía de Antonio Pérez y música de Juan Sebastián Bach y José de Nebra, de nuevo el Ballet Larreal -con vestuario de Carmen Granell- interpretó Mosaico barroco. El folklore volvería al escenario del coliseo iscariense con la pieza Aragón', de Albéniz con coreografía de Mariemma y vestuario de Ascensión Martín, interpretada por Ángela Fernández y Diego Aguilar, de la Escuela Profesional de Danza de Castilla y León. Y tras esta, con música de Joaquín Turina y coreografía de Manuel Díaz De vieja usanza.

Coreografía de Antonio Canales

Si la temperatura ambiente ya era alta, la salida a escena de Mayte Bajo interpretando la clásica coreografía de Mariemma, Danza de los ojos verdes, de Enrique Granados, interpretada por Miguel Ángel Recio, hizo que esta fuera aumentado, pues el siguiente en el programa era Antonio Canales, quien con una coreografía propia interpretó la célebre pieza Granada, de Albéniz.

De preparar la recta final del recital se encargaron primero el Ballet Larreal con la coreografía de Albert Hernández titulada Torero, con música del Zorongo Gitano y Paco de Lucía, y otra de la clásicas coreografías de la maestra, Niño judío, con música de la zarzuela de Pablo Luna interpretada por el dueto Bajo-Canales, que no dejó indiferente a nadie y fue largamente aplaudida.

El colofón y la explosión final llegó con un sensacional montaje coreográfico de Beatriz Martín y Currillo con música de Diego Carrasco, Antonio Rey, Santiago Lara y la colaboración especial de La Nati, con arreglos musicales de Antonio Sauco. Interpretaron la pieza titulada Será posible?, puesta en escena por casi una veintena de bailarinas y bailarines del Real Conservatorio Profesional de Danza Mariemma de Madrid.

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