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Victoria M. Niño
Viernes, 17 de febrero 2017, 13:25
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El jardín de las Delicias, de El Bosco, adquirirá vida mañana en la sala experimental del auditorio Miguel Delibes. A partir de las 20:00, música y teatro llenarán la tabla central del tríptico. Nacho Carretero es el director de Gabinete de vanidades, un espectáculo multidisciplinar que hace saltar las pinturas de los pecados y sus castigos al escenario. Prokofiev, Bartok y Tartini dominan la banda sonora elegida por Renata Michalek.
Carretero parte de su mirada de fotógrafo y su interés por la obra del Bosco para hacer «fotografía en movimiento, que no es ni teatro ni cine sino imágenes que trascienden el papel». Tras otro trabajo con Michalek, violinista de la OSCyL, idearon esta puesta en escena. Actores, músicos, cantantes y videocreación suman estímulos para enfrentar al espectador del siglo XXI a los pecados. Por ejemplo la pereza de hoy es para Carretero alguien frente al televisor, «está ahí por no hacer otra cosa, tirando su tiempo, que es esa arena que va llenado la caja donde sitúo al televidente». Símbolos del Bosco más los del director escénico.
Juan Carlos Fernández, contrabajo de la OSCyL, ha compuesto la música electrónica del inicio. Renata Michalek ha seleccionado las piezas para dos violines que dan continuidad al montaje. «Cuando hablamos del Bosco enseguida me vino Prokofiev, un compositor que trabaja sobre la forma clásica pero su imaginación es infinita como la del pintor». Los dúos de Bartok «nos parecieron adecuados para las escenas de los pecado4s por su carácter lúdico. También Tartini y su sonata El trino del diablo». Completan el «cambio de energía musical» piezas de Honegger y Milhaud.
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