Borrar
Eva y Juan, los componentes de Amaral durante la actuación en Valladolid.
La noche y el día danzaron con Amaral

La noche y el día danzaron con Amaral

Su gira ‘Nocturnal’ pasó anoche por un Polideportivo Pisuerga de Valladolid lleno de un público entregado

roberto terne

Domingo, 5 de junio 2016, 10:08

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Cuando Eva Amaral y Juan Aguirre aparecieron en la escena musical de los 90 llegaron con la maleta cargada no solo de talento, sino también de cultura musical. Han pasado cerca de dos décadas desde sus primeras exposiciones públicas en locales de todo el país. En el ecuador de 2016, Amaral no solo han demostrado que llegaron para quedarse. También siguen demostrando que están aquí para que no se olviden esos ideales del pop y del rock que hoy continúan dando sentido a las vidas de muchos viejos y nuevos fieles.

Por eso lo de Amaral sigue siendo letra y música, presente y pasado noche y día. Y Nocturnal precisamente es el corpus que engloba la síntesis actualizada de Amaral. Todo ello anoche pudo verse y oírse en todo su esplendor en el Pabellón Pisuerga ante cerca de 3.000 personas. Tal como anunciaba el guion, el dúo zaragozano se vino con un espectáculo visual impoluto, repleto más de clase que de ostentación, donde los ambientes fluctuaban con rotundidad, con imposición y donde las imágenes de la cultura popular de los últimos dos siglos formaban un tapiz perfecto para un repertorio tan atemporal como es el de Amaral.

Fieles a su propia historia, Amaral salieron al escenario no sin antes olvidarse de su clásica intro de la Velvet Underground. Unas veces se gana y otras se pierde fue el punto de partida de la noche con Eva Amaral exhibiendo lírica de primer nivel. Y es que tanto a Paramales de Xoel López como a Nocturnal, la narrativa hispana le debe una permanencia necesaria en el rock de nuestros días.

La luna seguía reflejándose en el centro del escenario de Amaral a la vez que Mayo del 68 se proyectaba a borbotones en los visuales del show. Era el momento de Revolución con Amaral poniendo patas arriba el pabellón. Sobre el escenario ya estaba dándolo todo una banda disciplinada pero no por ello menos robusta. A las baquetas el Sexy Sadie Tony Toledo, al bajo, Ricardo Esteban y (atención) a los teclados, un Tomás Virgós que aporta un exponente diferencial en esta gira de Amaral respecto a otras anteriores. En pocas ocasiones las bases y la sofisticación se ponen al servicio del rock con tanta exactitud e inteligente medición. Perfectos los arreglos de Virgós en No sé que hacer con mi vida y 500 vidas. Tan destacables como el piano central en Cómo hablar Uno de los momentos más esperados de la noche no tardó en llegar con La ciudad maldita. Con este tema, Eva Amaral ha escrito esta temporada, simplemente, una de las mejores canciones de la música popular española de los últimos tiempos. Su transmisión anoche vía oral como en tiempos remotos, estuvo cargada de emotividad con Eva y su guitarra articulando una historia de sanación flanqueada por una banda cómplice en técnica y alma.

Momentos intensos

Más momentos intensos llegaron con Lo que nos mantiene unidos, canción sobre la que una bola de espejos se manifestó en forma de proyección ofreciendo el grupo el momento más bailable de la noche. Los primeros tiempos de Amaral estuvieron vinculados con Valladolid y aquellos locales de los años 90 que podían permitirse la libertad de ofrecer música en directo sin restricciones desmedidas. Al recordado local La Salamandra y a aquellos años Amaral dedicó No sé qué hacer con mi vida.

Al cierre de edición, Amaral continuaba subiendo el nivel con La Chatarra después de hacer un medley de temas más antiguos como Mis amigos, canción por cierto que adaptaron restándole toque Motown convirtiéndolo en un medio tiempo perfecto. Sin duda alguna, Eva y Juan Aguirre con esta gira continúan demostrando su habilidad para inflexionar su propia historia permaneciendo fieles a sí mismos y al espíritu del rock.

Antes de Amaral, estuvieron en el escenario Erizo Sibarita, formación de chicas de Valladolid capaces también de transitar por un rock creíble lleno de referencias contemporáneas y de letras creíbles. Atentos.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios