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X. Jia, G. Navarro, I. Agafanof y J. Miró forman el Cuarteto Versus.
Vuelta a casa por el ciclo de Juventudes Musicales

Vuelta a casa por el ciclo de Juventudes Musicales

Cuatro músicos vallisoletanos protagonizan tres conciertos en el Teatro Calderón, desde el este jueves y hasta el sábado

Victoria M. Niño

Jueves, 19 de marzo 2015, 09:21

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Anuncian la primavera, como las golondrinas. Son los jóvenes músicos vallisoletanos que cada año convoca Juventudes Musicales en su ciclo que comienza este jueves y termina el sábado en la sala Miguel Delibes del Teatro Calderón.

Subirán el telón las hermanas Esther y Sara Gutiérrez, violín y piano, respectivamente. Sara viene de Rotterdam y Esther, de Salzburgo. La primera está trabajando allí tras terminar su máster; la segunda estudia en el Mozarteum. Han elegido un programa determinado por su «gusto personal». «Son obras de repertorio para dúo de piano y violín, algunas conocidas como son las de Mozart o Brahms, máximo exponente romántico de esta formación, y siempre intentamos incorporar obras que sean una novedad para el público. La sonatas de Martinu, sobre todo la primera y la segunda, no se suelen tocar. Hemos elegido la segunda». Sara tiene claro que la vida del músico es itinerante, pero en algún momento le gustaría volver a España. Considera que debiera hacerse más por la incorporación de los jóvenes músicos a la vida profesional, porque «es la pescadilla que se muerde la cola. Si no tienes experiencia no te llaman, pero para tenerla has de lograr ocasiones en las que tocar. Hay mucho talento joven al que se le da oportunidades fuera antes que aquí».

El viernes es el turno del trompista Pablo Cadenas, que ha liado al que fuera su profesor de piano, José Ramón Echezarreta. Precisamente dejó el teclado porque quería tocar con su hermana y su padre en la banda de Laguna y eligió la trompa. Cursó el grado medio en Valladolid y después el Superior en Salamanca. Hizo las pruebas para la Escuela Reina Sofía y allí despegó, se le borraron las dudas, quería dedicarse profesionalmente a tocar. Ha colaborado con la Orquesta Sinfónica de Castilla y León desde los 18 años, volverá con ella en abril, aunque donde ocupa silla eventual es en la Orquesta Nacional de España. Su sueño, tener una plaza fija en una sinfónica. Este viernes interpretará un programa centrado en la primera parte en sonatas para trompa y piano y en la segunda, más con la trompa como solista. «Tuvimos la suerte de que los padres de Brahms y de Strauss fueron trompistas y escribieron mucha música para este instrumento». Así que desde el XIX, desde el romanticismo, hubo más repertorio y evolución del instrumento al que añadieron pistones.

Desde Basilea

Yel sábado será el Cuarteto Versus el que llene el escenario. Radicado en Basilea, allí hizo su máster el violinista vallisoletano Guillermo Navarro y allí sigue trabajando. «Haremos un concierto de una primera parte muy americana y del siglo XX, con el Cuarteto de Barber, muy famoso en su versión para orquesta de cuerda, como le sugirió Toscanini; los Paysages, de Bloch, es música programática que describe el paisaje ártico, después los Alpes y por último una danza de aborígenes australianos, muy rítmica. Cierra la primera parte Philip Glass. La segunda está dedicada a un cuarteto clásico de Beethoven». Navarro está centrado en la música de cámara. Forma dúo con otro pianista vallisoletano, Jesús Sanz, que ha vuelto recientemente de Rusia y está a caballo entre París y su ciudad.

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