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Paca Aguirre: «Sin la palabra seríamos animales estúpidos»

Paca Aguirre: «Sin la palabra seríamos animales estúpidos»

«Las mujeres debemos pensar que lo imposible es posible» dice la ganadora del Nacional de las Letras por su «clarividente poesía machadiana»

Miguel Lorenci

Madrid

Martes, 13 de noviembre 2018, 16:00

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Francisca Aguirre Benito (Alicante, 1930), Paca para todos, es la ganadora del Premio Nacional de las Letras Españolas, concedido por el Ministerio de Cultura y dotado con 40.000 euros. Es el segundo gran premio institucional que recibe en esta poeta de alma y verso claros, a quien llena de orgullo que el jurado destacara la «clarividencia machadiana se su poesía». Viuda del poeta y flamencólogo Félix Grande, hija del pintor Lorenzo Aguirre «a quien mató Franco», a esta bondadosa y vitalista poeta le indigna «todo lo que tenga que ver con el dictador». Y desde luego que sus restos permanezcan en el Valle de los Caídos.

El jurado se refirió a su poesía como «la más machadiana de la generación del medio siglo». La sitúa «entre la desolación y la clarividencia» y entra «la lucidez y el dolor». «Susurrando, más que diciendo palabras situadas entre la conciencia y la memoria», destacó el acta.

«Agradezco de corazón que digan que mi poesía está cerca de la de Machado», se ufana Aguirre. «Machado es mi eje, mi príncipe azul mi, norte. Es el pensador muy real y al mismo tiempo dueño de una imaginación deslumbrante», dice. «Condensa para mi y para quien fuera mi marido, Félix Grande, esa mezcla extraña de cultura, cabeza y pensamiento bien entendido», plantea. Pero destaca sobre todo «el ocupare de los demás: la conciencia que nos deja de que el de enfrente es importante, de que no se puede vivir sin pensar que los demás sufren, se alegran y se mueren como todos es lo que más alegría me da» dice risueña al otro lado del teléfono.

«Me indigna todo lo que tenga que ver con Franco, que mató a mi padre», dice la hija del pintor Lorenzo Aguirre y viuda del poeta Félix Grande

Ganadora del Premio Nacional de Poesía en 2011 con 'Historia de una anatomía', que le dio antes el premio Miguel Hernández, el Nacional de la Letras es el galardón más relevante de su carrera. Pero confiesa tener «una sensación curiosa ante el premio». «Que se lo den a una mujer es una alegría para todas; algo muy bueno para las mujeres y con ellas lo comparto» asegura. «Han necesitado tanto tiempo para darse cuenta de que la mujeres, además de leer y escribir, cometíamos esa cosa rara que es pensar, que de pronto les den premios así comienza a ser algo natural», ironiza. «Premios como este ayudan a pensar a las mujeres que lo imposible es posible y eso ha sido la primera alegría», dice.

«Me gusta que a al gente le guste lo que escribo», se ufana luego. Se acordó «mucho» de su difunto marido, el poeta Félix Grande, «pero le le dedico el premio a mi hija Guadalupe que esta muy viva y colendo». «Su padre me dio una doble alegría: fue quien me permitió aprender de su grandeza como poeta y quien me regaló esta hija maravillosa», se felicita ante de tomar con ella «un vinito para celebrar el premio» .

«La poesía me ha dado todo lo que he podido arrancare», agradece esta «fanática de la lectura».«El poema es un un regalo que no sabes por qué te hace la vida. No quiero ser presumida ni pedante, pero creo que he tenido la suerte de adorar dos cosas desde muy niña: la música primero y la palabra después». «Mi familia no tenía un duro pero disfrutaba de la música, y luego llegó la palabra que es el contacto con los otras y la materia del poema», señala. «Sin la palabra seríamos unos animales estúpidos, mucho más de los que lo somas ahora», asegura.

Es hija del pintor Lorenzo Aguirre «un hombre muy culto y un pintor extraordinario y un intelectual de enorme valía al que mató Franco». «Me indigna todo lo que tenga que ver con el dictador» repite Paca Aguirre que dedicó a su padre el poemario 'Trescientos escalones'.

Sus primeros versos reunidos en 'Ítaca' merecieron el premio Leopoldo Panero. Desde entonces, y con la excepción de la década de los 80, ha continuado publicando de manera ininterrumpida. Es autora de poemarios como 'Ensayo General' (Premio Esquío 1995) o 'Pavana del desasosiego' (Premio María Isabel Fernández Simal 1998). Reunió su poesía completa de nuevo bajo el título de 'Ensayo General 1966-2000', un tomo con todos los libros de poemas escritos hasta entonce y ganador en 2001 el Premio de la Crítica Valenciana al conjunto de una obra.

Llegarían después 'Nanas para dormir desperdicios' (Premio Alfons el Magnànim 2007) e 'Historia de una anatomía' (2010) por el que recibió el Premio Nacional de Poesía y el Miguel Hernández-Comunidad Valenciana. Es también autora del libro de relatos 'Que planche Rosa Luxemburgo' por el que consiguió el Premio Galiana en 1994 y del libro de recuerdos 'Espejito, espejito'.Sus obras han sido traducidas al francés, italiano, portugués y árabe.

El Nacional de las Letras distingue «el conjunto de la labor literaria, en cualquiera de las lenguas españolas, de un autor español, cuya obra esté considerada como parte integrante del conjunto de la literatura española actual».

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