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Ramón Mayrata, en la Fundación Segundo y Santiago Montes. Rodrigo Jiménez
'Fantasmagoría' o la magia como origen de todas las artes

'Fantasmagoría' o la magia como origen de todas las artes

Ramón Mayrata presenta su ambicioso trabajo ensayístico basado en un estudio sobre la relación entre el ser humano y el ilusionismo

sam uel regueira

Valladolid

Sábado, 13 de enero 2018, 12:54

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Fue durante la década de los años setenta, mediante unos estudios antropológicos en el Sáhara, cuando el escritor Ramón Mayrata presenció prácticas de magia aplicadas a la sociedad nómada en la vida cotidiana. Ese contacto con la magia más remota y antigua fue el germen de su ambicioso trabajo ensayístico ‘Fantasmagoría’, un estudio de la relación entre el ser humano y el ilusionismo, y la evolución de ambos a lo largo de la Historia, desde el momento que se le atribuían cualidades sobrenaturales hasta que se constituye como un arte popular primero y elevado después en teatros y recintos para deleite de las clases pudientes-

«No creo que se haya tenido en cuenta el papel de la magia en la creación de la sociedad que vivimos, la de la imagen y el espectáculo», valoró Mayrata en conversaciones previas a esta presentación de esta obra ayer en la Fundación Segundo y Santiago Montes, acompañado por la periodista de El Norte de Castilla Angélica Tanarro. «El ilusionismo ha sido fundamental para difundir imágenes a lo largo del mundo».

Concebida en sus orígenes como la representación de la lucha interna entre espíritus favorables y desfavorables, aplicable tanto a mitologías como a la construcción de religiones chamánicas o más modernas y organizadas, la magia supone el origen de todas las artes; ya que «en los rituales curativos había también recitación, danza, música… y una ilusión; la aparente recuperación del enfermo». Una vez que la razón se impone a este pensamiento mágico surge una nueva evolución; la de un arte mágico que es propiedad de charlatanes y mercachifles primero; en carretas de feria y calles como entretenimiento popular, hasta que su alianza con la tecnología y las leyes físicas y químicas terminan por sofisticarla hasta el punto de convertirse en un entretenimiento digno de una sala de teatro.

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