Difácil, 25 años sorteando las escollos del sector editorial
La 55ª Feria del Libro de Valladolid homenajeará el 12 de junio al sello que dirige César Sanz por el continuo descubrimiento de escritores jóvenes y cercanos
«Difacilísimo» fue una respuesta de una niña cercana a César Sanz y Gabriel Candau. Yaquellos veintiañeros adoptaron el adjetivo para su proyecto editorial, Difácil, ... que cumple 25 años. La 55ª Feria del Libro de Valladolid homenajeará al sello el día 12 de junio, en la jornada de clausura. Aquel «hacer fácil lo difícil» ha sido la filosofía para salvarse de la espada de Damocles que pende sobre esta editorial literaria, fuera del centro de poder en Madrid, que apuesta por descubrir jóvenes talentos y publicar a autores de su entorno geográfico. 200 libros después sigue en el mercado.
«Comenzó de forma muy espontánea, todo tenía un espíritu lúdico. Convocamos un premio de relatos para darnos a conocer y así encontramos a algunos de nuestros primeros autores: Juan Sendino, Vicente Álvarez, Pedro Quiñones...», recuerda César Sanz, que estudió filología hispánica. Su socio se decantó por la filosofía y en 2003 dejó la editorial. «Precisamente el libro de Sendino, 'Pollo canalla y otras diez pepitorias' fue el primero que sacamos». Sanz estaba llamado a la docencia y, aunque no había editores en su linaje, sí un abuelo poeta, Nicomedes Sanz de la Peña, y una gran biblioteca.
«Tuvimos que aprenderlo todo y poco a poco fuimos definiendo la editorial, nada que ver con los que comienzan ahora con un nicho de mercado y un producto definido», cuenta quien siente su oficio como «alguien que propone un canon, mejor o peor, pero el suyo». Su patrimonio es el catálogo atesorado por el sello y los autores, que han constituido una pequeña familia. «Siempre les digo que no estamos casados, que si algo no me gusta, no lo sacaré y si consideran que pueden publicar en otra editorial mejor, no me enfadaré». El número de firmas que abarca Difácil se acerca a las 300.
Sanz bromea con el poder que tiene de darse cargos a sí mismo. Si se calza los mocasines del comercial, sabe que la poesía es una inversión a fondo perdido, la que hace el editor por puro gusto. En cambio la narrativa sí admite alguna esperanza de rédito. «En cuanto a los autores, los poetas son difíciles, en cambio a los narradores sí puedes sugerirles cambios, son más dóciles». Yes que de todas sus tareas, la favorita es la editor de mesa, «elegir textos y trabajar con ellos».
Más escritores que lectores
En su faceta de jefe de prensa, se lanzó esta semana al océano instagramero. «Elena Medel se sumó enseguida y colgó un poema de nuestro sello que rápidamente se difundió. Al cabo del día nadie compró mis libros pero recibí ocho poemarios para publicar», cuenta Sanz, abundando en la paradoja de que haya más escritores que lectores.
La colección de narrativa acaba de estrenar rediseño. Germán Gómez da una vuelta de tuerca a sus portadas con la última novela de Jorge Tamargo, 'A contratiempo'. De la poesía se ocupa preferentemente José María García Domínguez y el próximo libro será 'Si la vida pretendes', de Daniel Martínez Bouza (Premio Martín García Ramos de 2021).
Sanz se dará el gusto de recuperar un poemario de la colombiana Lauren Mendinueta, 'La vocación suspendida', especialmente querido por él. Ya punto de salir también, novela de Aida Sandoval. «Te sorprenden los autores. Siempre estamos abiertos a la sorpresa, en cualquier momento llega uno que te deslumbra, te descoloca, y apuestas. A veces me asombra que lo que a mí me parece tan bueno no tenga una oportunidad comercial». Reconoce a su competencia como compañeros del mismo barco, «los editores pequeños nos complementamos, nos ayudamos llegado el caso».
Amigos con derecho a cambiar de sello
Descubrió a Alejandro Cuevas que luego publicó en Destino, Losada y Menoscuarto. También Vicente Álvarez alterna sellos. A Eduardo Fraile le ha publicado varios poemarios, a partir del deslumbramiento del editor César Sanz con la 'Teoría de la luz' del poeta. Pilar Rubio Montaner y Fernando del Val también son autores de la casa. El segundo se ha hecho cargo, además, de una colección de ensayo y música en la que publicó 'El efecto Bunbury'. Ángel Vallecillo es otro narrador de esta familia. Jorge Praga ensanchó las costuras de una colección miscelánea de Difácil con su libro de viajes 'Tierra de Campos infinitamente', acompañado por las fotos de Manuel Abejón.
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