Delibes y el cine: mutua fascinación
Ramón García recuerda al escritor es su faceta de cinéfilo
Ramón garcía
Valladolid
Domingo, 29 de marzo 2020, 10:35
No hablábamos mucho Miguel Delibes y yo de libros, lo he contado ya, pero sí de películas. Solía ser un tema recurrente en ... nuestros paseos por aquí y por allá.
El escritor fue un gran aficionado al cine. En una entrevista de prensa al cumplir 75 años, Delibes cifra la felicidad cotidiana en cosas tan sencillas como «una sosegada charla, un buen vino, la palabra amable de un hijo, asistir al cine...»
El novelista no dice «ver cine», dice «asistir al cine». Porque el sucedáneo de la televisión, de ver cine en la televisión, no le convenció nunca.
«El cine siempre será el cine –me comentaba ahora a mí, en una entrevista introductoria a mi estudio sobre su cinematografía titulado 'La imagen escrita'–: una sala con gente, la oscuridad, el silencio, el misterio, la proyección... Yo no dejaré de acudir al cine, a las salas de cine, mientras pueda hacerlo físicamente. En la tele no veo películas. Para ver cine exijo el ambiente adecuado».
La del Oeste y la de «risa»
Hablábamos de cine en nuestros paseos, sí. De películas que habíamos visto juntos o de las que nos recomendábamos mutuamente...
– No dejes de ver 'El cartero y Pablo Neruda' –me sugirió una tarde de otoño de 1997.
El cine ejerció sobre Delibes una poderosa fascinación. Ya desde niño. Él mismo ha dejado escrito: «En el colegio de Lourdes solían darnos unos programas que generalmente constaban de una película larga, casi siempre del Oeste, y otra corta, la 'de risa». Gracias a ellas conocí a los genios de la época, Chaplin, Keaton...»
Y cuando rondábamos por donde un día estuviera sito el Teatro Pradera –junto a Campo Grande–, no podía Miguel por menos que evocar días de cine: «Los domingos solía acudir con mis hermanos al cine Hispania o al Pradera, que se levantaba justo aquí. La fascinación por el cine ya se produjo en mí entonces».
Recíproca fascinación
Fascinación mutua y recíproca. Porque si Miguel Delibes se sintió atraído desde niño por el cinematógrafo, éste, con el curso del tiempo, hizo lo propio con la narrativa del escritor. Hasta nueve títulos delibeanos han sido trasladados a la gran pantalla.
Pero es que la conexión del novelista con el mundo de la imagen abarca prácticamente toda su vida, tanto en la faceta de aficionado como en la de periodista y en la de novelista.
Dos botones de muestra: en 1966, siendo ya director de este periódico, El Norte de Castilla, funda un cine- club y lo inaugura, el 2 de febrero de ese año, nada menos que con la mítica película de Orson Welles 'Ciudadano Kane'.
Pero es que ya antes de este hito, y antes de ocupar el puesto de director, se ocupó el bisoño Delibes de la crítica cinematográfica de El Norte, publicando periódicamente reseñas y comentarios de los estrenos en las salas de la ciudad, acompañadas, además, de caricaturas de su propia mano, de los actores y actrices protagonistas.
Entre los años 40 y 50 del pasado siglo, podemos encontrar en las hojas del diario caricaturas de Imperio Argentina, Alfredo Mayo, Ana Mariscal, Laurence Olivier, Loretta Young, Cary Grant, Gary Cooper, Ingrid Berman y un largo etcétera nacional e internacional.
Sí, solíamos hablar Delibes y yo de cine con frecuencia. Pero quiero terminar con un expresivo comentario suyo en una de nuestras rondas y charlas: «Para mí lo más importante de mi papel de comentarista en aquel entonces era que entraba gratis en los cines. Yo y mi novia Ángeles, lo que no era poco tal como andaba nuestra economía».
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