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samuel Regueira
Lunes, 15 de mayo 2017, 11:53
Contaba Juan José Millás que en sus clases magistrales insta a los jóvenes a leer para convertirse en los auténticos «antisistema» a los que teme el poder. La necesidad de la Literatura para formar un espíritu crítico con la realidad ha sido siempre marca indeleble de las enseñanzas de los profesores de Lengua y Literatura, que ayer se vieron homenajeados en el acto de clausura de la 50ª edición de la Feria del Libro de Valladolid.
La actriz y presentadora Begoña Martín condujo una serie de actos en tributo a estos profesionales de la enseñanza, donde no faltó el buen humor y las menciones a su propia profesora, SuperCharo, una señora «algo pedorra, con un Peugeot 405 rojo monísimo y el pelo como Mafalda», que con el tiempo se ha convertido en «la mejor profesora» que recuerda haber tenido. En líneas generales se manifestó, a continuación, Ana Redondo, que arrancó su discurso declamando de memoria la Canción del pirata, de José de Espronceda y recordando a su propia maestra, Amparo Monsalve.
Algo más que bergantiles
«Comprendí que ese era un poema que hablaba de algo más que de bergantines y cañones; hablaba de libertad», declaró Redondo; «y cuando a un adolescente le hablas de libertad, le hables de su esencia». Por ello, consideró «justo y necesario» este homenaje a los profesionales «que intervienen en un momento clave de la vida» y que, a través de Juan Ramón Jiménez, Cervantes, Lorca o García Márquez «saben dar la palmada en la espalda en el instante preciso para que un joven descubra que es un lector o incluso un escritor». A continuación, el guion demandó la proyección de un vídeo de los alumnos de 1º del Instituto Vega de Prado; una colección de entrevistas a distintos personajes reputados de la ciudad en las que los intervinientes recordaban a sus profesores de Literatura, así como una serie de escenas con los maestros confesando por qué habían resuelto hacer, de este oficio, su modo de vida.
Entre declamaciones poéticas del Hamlet, de Shakespeare, La vida es sueño, de Calderón de la Barca o, de nuevo, Espronceda; Martín dio paso a la concesión del galardón al gremio de los maestros de Secundaria de Lengua y Literatura; un premio diseñado por Manolo Sierra y Rodrigo de la Torre que representa «el cariño que la ciudad le tiene a los profesores». El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, llevó a cabo la entrega a la profesora del Instituto Zorrilla Rosa Maroto Gutiérrez: «Da satisfacción ver reconocido un esfuerzo como el nuestro», afirmó Maroto, quien no resistió recitar un fragmento de El Quijote, «es el mejor homenaje que nos podemos dar». Minutos antes, en conversación con los medios, la maestra ya había destacado que el premio a todo el colectivo implica el tributo «no solo a un aprendizaje, sino también al fomento de esa crítica que se encuentra en los libros y en la realidad». Entre las herramientas empleadas, destacó estar al día con lo que los jóvenes sintonizan: «Solo con una gran sensibilización se puede saltar a los clásicos», sentenció. El acto concluyó con una breve performance a cargo de una actriz, que interactuó con un vídeo reflejando «la aventura de leer», y una foto final de grupo, donde todos los profesores asistentes posaron, sobre las tablas de la sala principal del José Zorrilla, en el cierre de la 50ª edición de la Feria del Libro.
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