Pascual Izquierdo: «Segovia es más que el acueducto, el alcázar y la catedral»

Ya tiene oficio. Segovia es su decimoséptima guía de ciudades españolas y también será la última. Pascual Izquierdo (Burgos, 1951) quiere dedicarse a otras labores literarias y se despide de las guías con la que presentó ayer en la librería Oletvum de Valladolid. Izquierdo estuvo acompañado por Angélica Tanarro, jefa de Culturas de El Norte de Castilla.

«Segovia tiene una conjunción de arte, historia y gastronomía, similar a otras ciudades monumentales como Toledo, pero ligeramente superior. Tiene un punto de complejidad, de belleza y desconocimiento. El público conoce los lugares evidentes; el acueducto, la catedral y el alcázar, pero hay mucho más y es poco conocido. Hay que caracterizarla con énfasis especial por su arte, su arquitectura, su paisaje y su gastronomía», sentencia Pascual Izquierdo.

La complejidad segoviana la cifra Izquierdo en «las capas culturales que se superponen en su urbanismo, en sus edificios». De ahí que el trabajo de documentación haya adquirido importancia especial. El autor dedica una media de dos años a cada guía. «En este caso se ha puesto el énfasis en lo visual, lleva 275 fotos, y en la profusión de sueltos, que son 51. Tipográficamente distinguidos, me permiten tratar aspectos de manera inédita hasta ese momento, detenerme en glosar desde cuestiones culturales como el esplendor de la industria del paño, monumental, las vidrieras de la catedral, el retablo de viaje de San Antonio el Real, realidades circunstanciales la noche de los viernes en el Azoguejo o literarias el ciprés de San Juan». Las fotografías seleccionadas han tenido en cuenta las distintas luces durante el día, «la del alba y el crepúsculo son las más cálidas, pero también queríamos reflejar el mediodía o la noche», y las cuatro estaciones del año. «Los paseos con árboles de hoja caduca en otoño, los tejados nevados».

San Antonio el Real

Como curiosidades técnicas, Pascual Izquierdo subraya haber comenzado a mirar la ciudad «desde fuera, extramuros ya que tienen un encanto especial. Hay que tener en cuenta que es una ciudad sobre un promontorio rocoso, rodeado por dos ríos, el Eresma y el Clamores. también desde fuera se ven y aprecian las fachadas. Por eso hay varios sueltos sobre los miradores». Y también ha incluido el Monasterio de san Antonio el Real, «18 páginas para un lugar que no había sido incluida en otras. Es un buen hotel, a buen precio, con restaurante y un claustro de finales del XV fascinante. Le pongo dos estrellas, a la altura de la catedral».