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Carlos Aganzo, Antonio Colinas y José María Muñoz Quirós, en el homenaje a Gil de Biedma.
El homenaje a Gil de Biedma culmina el apoyo de El Norte al Hay, con cinco actos literarios
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El homenaje a Gil de Biedma culmina el apoyo de El Norte al Hay, con cinco actos literarios

virginia t. fernández

Lunes, 28 de septiembre 2015, 12:56

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La voluntad de El Norte de Castilla de contribuir al exitoso desarrollo de la décima edición del Hay Festival de Segovia culminó ayer con el homenaje que conmemoraba el 25 aniversario del Premio de Poesía Jaime Gil de Biedma creado el mismo año de la muerte del poeta y coorganizado por e suplemento cultura del diario, La Sombra del Ciprés. A la colaboración del decano de la prensa española en el recital que tuvo lugar en la Capilla del Museo Esteban Vicente hay que sumar el apoyo del periódico a la intervención de Jessie Burton en conversación con Marian Hens y la charla de Maylis de Kerangal con el periodista Guillermo Altares, que tuvieron lugar a lo largo del sábado, la que fue la jornada más intensa del festival. El Norte también ha hecho posible las lecturas poéticas del Jardín Romeral de San Marcos que se han celebrado durante todo el fin de semana.

Antonio Colinas, miembro del jurado del Premio de Poesía Gil de Biedma, fue el encargado de presentar el acto homenaje al poeta barcelonés, que protagonizaron los también poetas José María Muñoz Quirós y Carlos Aganzo, director de El Norte, ambos acreedores del prestigioso galardón poético impulsado por la Diputación de Segovia en recuerdo a Gil de Biedma, por su relación con la localidad de Nava de la Asunción. Tal y como señaló ayer Colinas, lo castellano influyó notablemente en su obra. Los autores leyeron tres poemas propios que consideran en sintonía con tres composiciones del poeta catalán que cada cual había elegido. Pese a la distancia que media entre el estilo de Gil de Biedma y las obras reconocidas con el premio que lleva su nombre ( Las voces encendidas, de Aganzo, y Materia reservada, de Muñoz Quirós), valoraron los poetas muchos aspectos de su lírica, como el «coloquialismo» de su lenguaje o el afán por escribir muy pegado a la realidad «de contrastes» que vivió el autor inscrito en la Generación del 50.

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