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Fernando Pérez, junto a su cuento.
Mejor volar que subir peldaños

Mejor volar que subir peldaños

El ilustrador Fernando Pérez presenta su álbum ‘La escalera roja’, editado por Kalandraka, este viernes en Renedo

Victoria M. Niño

Miércoles, 2 de septiembre 2015, 10:18

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Un pájaro que no vuela, una escalera bajo su ala y un conejo amigo que acaba señalándole su contradicción. Con esos elementos construye Fernando Pérez La escalera roja, un álbum publicado por Kalandraka que presenta mañana viernes en la biblioteca de Renedo de Esgueva a las 12:30h.

«Muchas veces nos cargamos de escaleras que no nos permiten volar, de cosas que nos atan y nos impiden hacer lo que queremos. También hay ocasiones en las que nos falta confianza y necesitamos a alguien que nos lance, que nos anime», explica su autor. El segundo cuento publicado de Fernando es hijo de Ilustratour, la cita internacional con la ilustración que acogía el Patio Herreriano. «La primera vez que fui solo me apunté a las charlas, me daba vergüenza dibujar delante de gente. Me gustó tanto que después participé en todo; talleres, charlas y encuentros con editores. Precisamente allí se interesó Kalandraka por este álbum».

Apenas tenía el trazo a lápiz sin color y el texto. Un amigo le había guardado una escalera y él se construyó un pico de corcho. «Había dormido poco porque el día anterior el taller se alargó mucho, ni en el mejor de mis sueños pensé que me propondrían publicar. Yparece que enseñar el portfolio de esa manera gustó. Aquí está el libro».

Lápiz y témpera

Lamenta, como casi todos los que han tenido que ver con Ilustratour, que se haya trasladado a Madrid. «Lo bueno de esos encuentros es el cara a cara, ver la respuesta en vivo de un editor ante una propuesta, cómo la recibe». La escalera roja es una propuesta colorista, en lápiz y témpera, para primeros lectores. El pájaro alcanza todas las alturas subiendo los peldaños que él mismo se coloca porque no ha reparado en la potencia de sus alas. Será su amigo quien le evidencie su condición de ave, la posibilidad de volar.

Fernando Pérez Hernando es un diseñador gráfico que se lo «pasa bien» haciendo álbumes. «Mi manera de trabajar es a la inversa de lo habitual. Yo hago el álbum y se lo enseño a las editoriales, si a ninguna le cuadra, pues te quedas con un montón de horas de trabajo en el cajón aunque hacerlo así me permite mayor libertad. Lo habitual es ilustrar algo que te encargan».

El trabajo en casa recibe la opinión de dos críticos feroces de seis y ocho años que ya han sancionado los próximos dos títulos de su padre que saldrán en 2016. «Me gusta mucho experimentar, jugar con los materiales, soy muy niño. Por eso cada álbum es muy distinto y tiene un editor distinto. Es normal que cada libro cuadre en una colección».

Fuera de casa, se mide con su público natural en los talleres. «Me gusta mucho desubicar a los niños, sacarles de las coordenadas de casa y colegio, del no se puede o eso mancha. Por ejemplo, en uno de la última feria del libro de Valladolid les llevé colores sin pinceles y ellos dieron la solución, pintar con las manos. Así que les presenté a los pinceles de distintos grosores que eran cada uno de sus dedos. Intento darles unas pautas al comienzo para que cada uno encuentre su propio camino. No quiero que al final todos hagan lo mismo, como en las clases de plástica en las que los alumnos trabajan en una ficha idéntica y el mejor es el que no se ha salido».

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