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Uno de los pasillos llenos en el Pabellón 3, de la Feria del Cömic.
Personajes de tebeo que salen del papel

Personajes de tebeo que salen del papel

El noveno Salón del Cómic y Manga de Castilla y León abrió sus puertas ayer con gran afluencia de público

Virginia T. fernández

Domingo, 8 de marzo 2015, 13:23

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La novena edición del Salón del Cómic y Manga de Castilla León abrió sus puertas ayer en la Feria de Muestras de Valladolid con larguísimas colas desde la apertura. El ambiente corroboró lo que los organizadores del evento, promovido por Asofed, vienen anunciando en las últimas semanas; que el interés y la afluencia de gente se mantiene. Los promotores del encuentro prevén que al término del día de hoy, la segunda jornada del Salón, se supere la cifra de asistencia del año pasado: 8.000 personas.

Pero en paralelo a lo que ocurría en el pabellón 3 de la Feria, donde profesionales y aficionados se dan cita en torno a los 58 expositores que han acudido al Salón de varios puntos de España, la actividad estrella del primer día fue el desfile cosplay, que ya es seña de identidad de este acontecimiento y que ayer tuvo lugar en la Plaza Mayor bajo un sol más que primaveral. Algunos quedaron achicharrados bajo la licra y el plástico. El centro de Valladolid fue una explosión de color. Decenas de personajes de cómic y de los videojuegos más populares cobraron vida y partieron desde las puertas del Ayuntamiento para enfilar la calle Santiago ante la mirada de muchos viandantes y volver a la plaza precedidos del comando de elite de las tropas de Legión 501 Spanish Garrison. «¡Hay que seguir a Darth Vader!», se oía. El séquito de La Guerra de las Galaxias guió la marcha de los participantes.

Gente muy joven ataviada al detalle para reproducir el aspecto de sus ídolos de papel o celuloide: Supermario, Picachu, la mismísima princesa Mononoke (protagonista del filme de animación japonesa de Hayao Miyazaki), Enigma (de Batman, «¡pero el personaje que hace Jim Carrey!», concretaba Eduardo poco antes de posar para la foto de familia). Los que se llevaron el premio del público, los más solicitados entre niños y mayores fueron los dos Marines Espaciales, del juego Warhammer 40.000. Diego y Marcos se convirtieron en superhombres robóticos con quienes todos querían una foto. Disfraz muy profesional que vistieron apenas unas horas pero que les ha costado fabricar dos meses.

A Diego y a Marcos, y a tantos otros, les mueve el entusiasmo por un mundo que no es comprensible para cualquiera. «Mucho friki», se escuchó decir entre los curiosos a pie de calle. Un ambiente diferente se respiraba en la Feria de Muestras. Igualmente lúdico, pero profesional. Y en este ámbito reina cierta endogamia complaciente, buscada, pero también el intento de que se les deje de ver como frikis y se les reconozca como amantes de un tipo de arte y de lenguaje que podría ser accesible a muchos más lectores. Editoriales, distribuidoras, tiendas especializadas, puestos de merchandising y de gastronomía japonesa componen la zona comercial de este IX Salón. Una buena oportunidad para encontrar, entre las miles de referencias bibliográficas, publicaciones descatalogadas, rarezas o ejemplares difíciles de conseguir en Valladolid.

Carlos Ramírez, presidente de Asofed, asegura que «el ratio de repetición de expositores está entre el 95% y el 98%. Todos vuelven. Indicativo de que se vende», decía ayer durante la inauguración oficial del encuentro, que contó con la presencia de Javier León de la Riva, alcalde de la ciudad. Con un presupuesto diez veces menor que el de Madrid o Barcelona, se está consiguiendo que el Salón de Valladolid crezca y esté «en competencia directa con Valencia o Bilbao, en un segundo nivel, después de las dos grandes ciudades españolas», sostuvo. Mucho Marvel, mucho DC (las grandes editoriales de cómic estadounidenses) y mucho interés por la cultura nipona pero menos relevancia de autores españoles, al menos entre los lectores más jóvenes. La repercusión de la producción española es limitada. Sofía, Héctor, Idoia y Álex, disfrazados de la patrulla Cazafantasmas, ilustran este sentir: «Uy, es que quitando a Ibáñez (Mortadelo y Filemón)». Asofed y sus colaboradores se esfuerzan en dotar de visibilidad al talento español facilitando la participación en estas jornadas de profesionales españoles como Kenny Ruiz, Oriol Hernández, Guillermo Mogorrón o los veteranos ilustradores vallisoletanos Jesús Redondo y Santiago Bellido.

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