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Imagen de los yacimientos de Atapuerca. El Norte
FUNDACIÓN REALE SEGUROS - FUNDACIÓN ATAPUERCA

La Fundación Reale Seguros y la Fundación Atapuerca, juntos hacia una nueva sociedad

La fundación del yacimiento burgalés conmemora un cuarto de siglo de actividad

Jesús Domínguez

Valladolid

Lunes, 17 de junio 2024, 18:05

La Fundación Atapuerca cumple 25 años manteniendo muy presentes los objetivos que sus fundadores tenían cuando nació, que pasaban por apoyar la investigación y por socializar el proyecto científico que se desarrolla en la zona de Atapuerca. Este proyecto se vertebra sobre varias partes, entre ellas, la académica, en la que la Fundación Reale Seguros participa como una entidad estrechamente ligada a esa actividad a través del apoyo económico que brinda para la investigación, pero también como un fiel compañero que comparte el espíritu humanista con la entidad burgalesa, ya que apoya las investigaciones que se realizan sobre el terreno en la sierra de Atapuerca, iniciadas décadas atrás y que permitieron definir en 1991 una nueva especie humana conocida como Homo Antecessor.

Tras el hallazgo, y con la concreción del Proyecto Atapuerca que lleva a cabo la Fundación, las excavaciones no se han detenido. «Desde el año 2000, la Fundación ha invertido más de dos millones y medio de euros en respaldar a 93 científicos, de los cuales más de 50 son doctores y han adoptado posiciones relevantes dentro del mundo científico, en el campo de la investigación o en la propia excavación en los once yacimientos de Atapuerca, de los cuales muchos coordinadores son personas que han pasado por el proyecto desarrollado por la Fundación Atapuerca», expone su directora general, Eva Manrique.

Gracias a esta entidad, «cada una de las campañas dura más tiempo, cuenta con más personas sobre el terreno y tiene más rendimiento en las excavaciones, lo que se traduce en la extracción de más fósiles, que permiten hacer una mayor documentación», continúa Manrique, que asocia esta capacidad al apoyo que reciben de Reale Seguros y define otra de sus partes fundamentales, como es la «científica: «Actuamos como el centro operativo de la campaña de operación de los yacimientos. En seis semanas de excavación, pasan más de 300 personas de más de veinte países, y la Fundación hace que esas personas puedan dedicarse a excavar, a trabajar en el laboratorio y a discutir sobre ciencia», una circunstancia que no es baladí, puesto que este conocimiento compartido ayuda a entender mejor el pasado y el futuro de nuestra especie.

Retrospectiva y perspectiva

Eudald Carbonell fue, junto a Juan Luis Arsuaga y José María Bermúdez de Castro, uno de los miembros fundadores de la entidad, que hoy en día trabaja en recoger en una biblioteca esos conocimientos, partiendo de la retrospección y pretendiendo realidad «una perspectiva y planificación que explique la especie humana» hasta conseguir avanzar hacia lo que denomina como la «sociedad del pensamiento». «Llamamos socialización al proceso de incorporación de la gente al proyecto de pensar. Estamos trabajando en ser complementarios en las fuerzas sociales y estamos dispuestos a ofrecer la planificación de la especie; la respuesta de hacia dónde vamos, sobre todo, en el ámbito del pensamiento», que a su juicio, tras superar «la moda» de la sociedad del conocimiento, conviene alcanzar. Hacerlo, reconoce, requiere «de mucha reflexión, de pensar y repensar la historia, para redirigir nuestros procesos», una necesidad del ser humano que evitaría caer «en un riesgo de colapso».

No en vano, como recuerda, «los seres humanos hemos vivido en armonía y equilibrio con nuestro tiempo hasta la revolución industrial, pero estamos malgastando las energías sociales y yendo contra la madre naturaleza». La necesidad «de converger, y no de divergir» con esta se une a la relativa al control de la tecnología que, en opinión de Carbonell, «nos está llevando a la transhumanidad», a unos límites que superan los del ser humano y que requieren de una mayor reflexión. Esta se encuentra «en la memoria de los 45 años de trabajo en Atapuerca», puesto que los yacimientos han reforzado la retrospectiva, el conocimiento de lo que fuimos, «y sin retrospectiva no habrá perspectivas ni planificación para trabajar en lo que seremos».

La Fundación Atapuerca y su carácter transversal

Tanto por los lazos que estrecha con otras entidades, a través de la presencia en el patronato de representantes de administraciones públicas y empresas privadas, como por su propio sentir, el carácter de la Fundación Atapuerca es transversal, merced a la tercera parte que sostiene el proyecto: la social. Así, tal y como explica Eva Manrique, su directora general, la fundación está «muy unida a centros educativos, a centros sociales y realiza labores de inclusión con colectivos desfavorecidos», entre otra serie de actividades que refuerzan esa faceta. «Este carácter social es importante, por lo que aportan los conocimientos de nuestros científicos, y por lo que trasladamos a la sociedad. Los yacimientos nos han proporcionado fósiles que nos permiten conocer cómo ha sido la condición humana y tener conocimiento sobre nuestro pasado, pero también nos permiten conocer cómo serán el presente y el futuro», explica Manrique, quien coincide con Eudald Carbonell en el objetivo de «pensar, construir y aportar a la prospección de la especie para ayudar a desarrollar la sociedad del pensamiento».

Entretanto, el refuerzo de este carácter social y de la presencia en su entorno viene proyectada a través de actividades como las que se encuadran en la conmemoración del 25 aniversario de la creación de la fundación, como fue el reciente acto celebrado en el Fórum Evolución de Burgos o como será el concierto del próximo día 20 en la catedral de la capital burgalesa, entre otros.

Todo ello concluirá a lo largo de este 2024 con la inauguración del Centro de Investigación Emiliano Aguirre, que albergará el fondo documental del investigador, que aglutina todo el material documental existente sobre los yacimientos de la sierra de Atapuerca a lo largo de los más de 40 años de recorrido de este proyecto científico, y que además contará con espacios de trabajo para los científicos. «Aunque 25 años no parece nada, 25 años de investigación es mucho. Hemos hecho muchas cosas y queremos hacer muchas más, es un motivo para salir a la sociedad y poder acercarnos a través del conocimiento», concluye Manrique.

Este objetivo, el de reunir el conocimiento para «replantear la prospectiva y perspectiva» de la Humanidad, es uno de los «pocos» proyectos que le queda por cumplir a la Fundación Atapuerca, que realiza un trabajo multidisciplinar, interdisciplinar y transversal, «procesos integrados que permiten adoptar la memoria del sistema y planificar» los hechos que marcarán en el futuro a nuestra especie.

Y, para ello, como expone Eva Manrique, directora general de la entidad, «convergen muchas alianzas y Reale Foundation es fundamental». No en vano, aunque se trata de un ente privado, dentro del patronato confluyen entidades públicas y empresas privadas, y su programa abarca aspectos de interés para la sociedad, como proyectos culturales y científicos, basados en la universalidad de lo que significa la investigación del ser humano, y que Reale Seguros comparte.

Prueba de ello es, además del mencionado apoyo a este Patrimonio de la Humanidad, entre otras circunstancias, el hecho de que Ignacio Mariscal, CEO de Reale Seguros, es embajador de la Fundación desde hace años.

Irene Romo y Amanda Gutiérrez. El Norte

La importancia de las mujeres en la Fundación Atapuerca

Eudald Carbonell publicó en 2022 un decálogo de conceptos que, a su juicio, servirán para culminar la evolución humana y uno de ellos es la feminización de la especie. Dentro de la Fundación Atapuerca esta idea impregna los poros de los cimientos y sustratos, puesto que las mujeres forman parte de los diferentes escalones de la entidad. «Alcanzar el canon de un 50% de mujeres y 50% de hombres facilitaría mucho la vida», expone el vicepresidente, que indica que la Fundación se encuentra en un momento «en el que la misma directora general, la directora del museo o las directoras de varios de los yacimientos son mujeres».

De esta manera, a su juicio, «han alcanzado el máximo dentro del equipo, y lo han hecho por competencia», no por un trasfondo en el que se hayan valorado cuotas. «La gente competente no compite, ese es nuestro lema fundamental. Ha sido por su trabajo, por su capacidad y por su calidad humana. Es un hecho y un ejemplo de prospección de la especie que la mujer capacitada tenga su lugar», asevera. Así lo considera también Pilar Suárez-Inclán, directora de Comunicación de Reale Seguros, que cree que «las mejores empresas son las más inclusivas y en las que se comprende que la diferencia te aporta valor», como es el caso.

No obstante, los atrasos en la sociedad, que provienen de la cultura familiar, «que ha mantenido a las mujeres un poco más alejadas de otras esferas», según Suárez-Inclán, no serán paliados hasta que las siguientes generaciones «incorporen con naturalidad y en la disciplina que más le guste, sin competir, a quien aporta ese valor». Entretanto, Reale Foundation lleva años ofreciendo apoyo a mujeres investigadoras para formar parte del Proyecto Atapuerca, con dos beneficiarias este año: Amanda Gutiérrez Carvajal e Irene Romo Díez.

Amanda Gutiérrez es graduada en Biología por la Universidad de Oviedo y desarrolla desde 2020 su tesis en el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana. En Atapuerca, va a realizar un proyecto de doctorado que, a través del estudio de las proteínas antiguas, proporcionará una perspectiva única para comprender las adaptaciones y relaciones evolutivas de los osos de las cavernas en el suroeste de Europa, contribuyendo al avance del conocimiento en paleontología y disciplinas afines.

Por su parte, Irene Romo se graduó en Física en la Universidad de Cantabria, después de realizar su trabajo de fin de grado estudiando sedimentos de los yacimientos de Atapuerca. A posteriori, siguió analizando muestras del yacimiento de Gran Dolina y, tras dos campañas de excavación en los yacimientos, realiza su tesis en el CENIEH y centra su trabajo de investigación en técnicas de magnetismo de los sedimentos para obtener información sobre su deposición y cronología, y con una técnica centrada en determinar el tiempo que llevan los sedimentos sin recibir luz solar dentro de las cuevas de sistemas kársticos como el de los yacimientos de la Sierra de Atapuerca.

Entre las mujeres que han sido beneficiarias estos años atrás de la 'Ayuda posdoctoral a la investigación Reale Foundation de la Fundación Atapuerca' está también Ana Isabel Ortega Martínez, arqueóloga del Centro Nacional de Investigación Humana (CENIEH), que ha publicado un estudio sobre las causas de las grandes inundaciones del río Guareña, recurrentes en los últimos años, en la revista de la Sociedad Española de Espeleología y Ciencias del Karst (SEDECK).

«Desde Reale Foundation intentamos promover que, dentro de las becas y de la generación de empleo para los jóvenes, si puede ser, se le dé prioridad al talento femenino», reconoce Pilar Suárez-Inclán, satisfecha con el éxito de esta iniciativa, que forma parte de Cultura con Impacto, campaña impulsada por Reale Seguros que busca poner en valor y dar visibilidad a distintos proyectos apoyados por Reale Foundation que utilizan el poder transformador que tiene la cultura en la sociedad en tres ámbitos: la salud, la inclusión social y la generación de empleo.

Reale Foundation impulsa el concierto del 25 aniversario

El próximo jueves día 20, a partir de las 20:15 horas, la Escalera Dorada de la Catedral de Burgos acogerá una de las actividades centrales del 25 aniversario de la Fundación Atapuerca: el concierto del Ensemble Barroco de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, con la que Reale Foundation colabora. «Es una escuela que, en una disciplina distinta como es el arte, tiene el objetivo de captar talento muy joven y muy diverso. A través de becas, les ayudamos a poder financiar este talento», expone Pilar Suárez-Inclán, directora de comunicación de Reale Seguros. Para la compañía, «es un lujo» que les hayan «abierto las puertas de la catedral» y unir a dos entidades de dos disciplinas humanistas a partir de los actos de celebración del aniversario, un apoyo que celebra Fundación Atapuerca, que lo considera fundamental. «Reale Seguros ha sido un eslabón importante, como lo es del proyecto, por su sensibilidad con todas las disciplinas que tienen que ver con la cultura y con el patrimonio, gracias a su parte más humanista», destaca Eva Manrique, su directora general.

Desde su nacimiento, Reale Seguros ha estado siempre ligado al mundo de la cultura «como parte del desarrollo de las sociedades y del impacto que tiene en el territorio», y por eso se siente «en la obligación de apoyar a la sociedad, de buscar el beneficio del conocimiento y la unión entre diferentes disciplinas», considerando, asimismo, la base biológica y filosófica que acompaña a la Fundación Atapuerca.

En opinión de Eudald Carbonell, vicepresidente de la Fundación, establecer estas alianzas «es importante para alcanzar objetivos más allá de lo económico: pueden potenciar características de las entidades y colaborar desde distintos prismas a encontrar respuestas al por qué y al para qué».

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