Retrato de la amistad en 'En un muelle de Normandía

Marianne, escritora, quiere hacer un libro sobre las elaciones de trabajo vistas personalmente como sujeto pasivo, soportando todas las incomodidades. Después de algunos episodios negativos forma parte de un equipo que realiza el peor trabajo: limpiar en una hora y media, los baños de un Ferry y hacer las literas en una especie de ritual significado por la prisa, alternando con secuencias de amistad, la de todas las trabajadoras cuando una de ellas se marcha a un destino laboral mejor o la de Marianne con Christelle (madre de tres hijos) más profunda. Comparten el coche de esta ultima, van a la playa, celebran el cumpleaños de Marianne, cuando se conoce la verdad llega la crisis. Una verdadera amistad no puede basarse en la mentira.

No conocemos en profundidad la historia de estas mujeres. Están rotas, heridas, en un trabajo que las hace invisibles para el resto de la humanidad. Situación que se da en todos los países del primer mundo. Este film nos presenta un retrato exacto de la sociedad en la que todos nosotros también tenemos parte de culpa. Se ignora al «otro», a los marginados y ni siquiera se avisa cuando un hombre muere de frio en una calle de Paris ante la indiferencia de los viandantes que pasan a su lado.

Una obra ejemplar y amarga, profunda y realista, con unas interpretaciones, comenzando por la exhibición de Juliette Binoche, que conmueven desde la forma de expresar, con tristeza y alegría por la unión, el equívoco de un mundo injusto incluso en los países ricos y prósperos. El trabajo y la amistan necesitan de la verdad y la solidaridad.