Dramática y estéticamente esta larga película de dos horas y media puede calificarse de genial. Una crónica detallada de la trayectoria de un personaje insignificante ... que elude el historicismo y apela a la fantasía. Tampoco dice mucho sobre la obra el compositor (solo se cita 'Eugenio Oneguin', ni se escucha su música. La mujer que financió durante muchos años a Tchaikovski no surge ni como referencia. Todo se concentra sobre Antonina sin que tampoco aparezca toda su realidad. El vía crucis de la mujer, su amor fou y su extraña fidelidad se muestran en una realización casi nocturna, con velas y quinqués, que muestra la vida de aquella época en Rusia, su religiosidad entre otras muchas cosas, en imágenes magnificas a las que hay que añadir secuencias inventadas como los hombres desnudos ante Antonina, la del Cementerio con el matrimonio y los niños, que no son de ellos, y el final con un desenfrenado baile con los hombres de la secuencia anterior. El prólogo es el entierro del músico y el rechazo a su mujer. Un todo magistral que puede ser asimismo un tanto incómodo.
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La mujer de tchaikovsky de Kirill Serebrennikov
Guion: Kirill SerebrennikovMúsica: Daniil OrlovFotografía: V. OpelyantsCalificación ****
Acoger este personaje y su patética conducta era un riesgo. Y mucho más si se prescinde de las convenciones de los biopic. La mirada del guionista y realizador impresiona. Cada plano es una sorpresa y este tono casi fúnebre resulta tan opresivo como exacto. La fantasía y la realidad se confunden donde las costumbres son mostradas sin eufemismos. La genialidad del compositor frente a una sociedad machista y beata.
La técnica de la fotografía nos traslada a un tiempo y el piano es una referencia curiosa. Un reparto numeroso, presidido por el gran trabajo de Alyona Mikhailova, que borda su personaje en lo físico e interpretativo, funciona muy bien en complicidad con un autor que llama poderosamente la atención.
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