Cortos que ensayan largometrajes hoy en el Festival de Cine de Medina

Antes de volver a la República Democrática del Congo, Néstor López (1992) presenta 'Anticlímax'. Historia del amor gastado y la incomunicación de una pareja de mediana edad no parece acorde con las vivencias de un treintañero. «El guion comenzamos a gestarlo con Óscar Romero (codirector) cuando él tenía 41 años y yo 28. Y los dos teníamos el mismo sentimiento. Creo que a partir de cierta momento las emociones adultas carecen de edad.Dejar o que te dejen es igual de duro, nos ha pasado a todos y, quizá por eso, la película conecta con todo el mundo. Parece que hemos tocado una tecla que afecta por igual», dice Néstor desde Málaga, donde rueda un encargo que hoy dejará para defender su corto de ficción.

«No queríamos un amor fugaz, un enganche emocional. Nuestro punto de partida era el de dos personas que se quieren y decidieron compartir sus vidas. A partir de ahí, el tiempo corre en contra cuando no cuidas lo que quieres. Por eso tenía que ser una pareja madura a la que el peso del tiempo le pasa factura». Manolo Solo y Belén López son los protagonistas, Alicia Armenteros y Jorge Clemente, sus alter egos de jóvenes. «Los actores se unieron desde el principio, pero tuvimos mucha suerte porque fueron buenísimos los cuatro. Fue un rodaje duro, para conseguir esa luz en el faro, en la playa, padecieron horarios tempranos».

Lleva una década en el mundo audiovisual y en 2017 fundó su propia productora, Filmakers Monkeys. Ha hecho televisión, publicidad, ficción, documental, animación desde la dirección y la producción. Ahora siente que ya se puede «permitir elegir proyectos. Hasta hace poco me pasaba la vida buscando financiación y me ha ocupado mucho tiempo. Gracias a esa intensidad hemos llegado a esto. Mantengo en paralelo un documental por encargo y este lunes comienzo el documental que quería gracias a la entrada de TVE. He alcanzado ese punto en el que generas confianza, lo que te permite competir en otra liga y te fuerza a ser mejor. Elijo aunque siempre hay que tener un plan de contingencia porque a alguno de los proyectos en marcha le puede ir mal», dice quien ganó el Goya al mejor corto de no ficción de 2022 por 'Mama'.

El documental que inicia la próxima semana será el formato largo de su corto 'Semillas de Kivu'. Gracias a la colaboración internacional podrá volver al Congo. «Es el segundo genocidio más grande de la historia tras la II Guerra Mundial, con más de cinco millones de muertos. Y siguen muriendo personas allí por la explotación de cobalto, coltán y oro con los que comercia todo el mundo».

Néstor augura gran futuro al documental, «aunque solo sea por razones mercantilistas. Es más barato que la ficción y las plataformas llenan la parrilla con menos inversión. Netflix y Amazon se han lanzado y el público lo consume más. Ahora tienden a ser más locales porque son más fáciles de financiar. Cuando planteas proyectos grandes las instituciones y empresas te preguntan por su visibilidad. No es evidente su logo, pero hay unas líneas de valor que las unen al contenido provocando una respuesta positiva para ellos».

Recuerda que al principio «solo tenía en al cabeza la ficción. A medida que trabajas, te metes en la industria y adquieres cierto bagaje te das cuenta de que lo importante es la historia y que el formato tiene que ponerse al servicio de lo que quieres contar. Utilizo el documental cuando la realidad supera a la ficción y abordé la animación en el corto 'Nacer' cuando me ofrecía posibilidades que no me daba la ficción ni el documental».

Clara Santaolaya vuelve a Medina donde presentó en 2019 'Nuestra calle', financiada a través de una campaña de micromecenazgo. 'Alegre y Olé' tiene la firma de la productora que creó en 2021, Batiak Films. «Me hace ilusión estrenar aquí, poner mi granito de arena, es un orgullo ser seleccionada en un festival tan sólido», dice la vallisoletana. «La productora me ha dado personalmente seguridad y conocimiento y profesionalmente, seriedad a la hora de abordar proyectos solventes y de optar ayudas. Me ha permitido tener otro punto de vista, no solo el creativo, conocer otras historia y producir a jóvenes talentos».

'Alegre y Olé' evoca el pasodoble y la alegría. «Hace años viví un episodio grave en mi salud mental y sufrí el ostracismo, el tabú y la falta de acompañamiento en mis carnes y las de mi familia. Afortunadamente tras la pandemia se ha abordado política y socialmente la cuestión de la salud mental. Ahora nos queda la asignatura de dotar de herramientas y acompañamiento a profesionales y enfermos». De ahí surge el guion que protagoniza Luisa Gavasa y Mireia Oriol, dos generaciones unidas por la enfermedad y por la música. «Escuché los pasodobles de mi abuela y los que yo conocía y elegí 'Francisco Alegre y Olé'. En la película une a Lena con su abuela, que padece Alzheimer. Creo que la música y la alegría son herramientas poderosas para unir a la gente y paliar el sufrimiento». Santaolaya considera el corto como un formato de exploración para este guion con vocación de largo. «Quería que fuera un campo de trabajo con las actrices y ver cómo funcionaba. La gestación de una película es muy larga y el corto es más inmediato». En enero de 2024 comenzará el rodaje del largo con las actrices del corto a las que se sumarán Ramón Barea y Norma Martínez. La versión corta está localizada en Madrid y la larga, probablemente se rodará en Valladolid.