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Isabel Coixet.
«Da igual a quien nombren, el cine no está en la agenda del ministro»

«Da igual a quien nombren, el cine no está en la agenda del ministro»

Isabel Coixet acaba de estrenar ‘Mi otro yo’ y viene a Valladolid este miércoles a una tertulia de cine

Victoria M. Niño

Martes, 22 de julio 2014, 12:14

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Le gusta el vino, también el Ribera, y el wasabi, una salsa que da nombre a su web, Miss Wasabi. Isabel Coixet, directora de una decena de películas, hace un alto en el montaje de la undécima, Nadie quiere la noche para participar en la tertulia de vino y cine que se celebra mañana en Valladolid.

Tras su estreno en junio ¿cómo le va a Mi otro yo, por qué un thriller psicológico?

Me gusta aventurarme, experimentar, probar sistemas narrativos que no he hecho aún. En un momento dado una productora inglesa junto a una española me ofrecieron hacer esta película y me lancé. A veces uno debiera pensarse más las cosas, me abría la oportunidad de otro camino, otro público. Ya lo he probado y no creo que repita. Me siento más feliz en otros géneros pero me parece bien arriesgarme.

Es usted la reina de la coproducción internacional anglosajona ¿qué le ha permitido eso?

Te da una ventaja, no depender de un mercado y de un solo sistema de financiación. No fue algo que escogiera. Durante una temporada hace mucho tiempo viví y trabajé en Estados Unidos y era normal estando allí funcionar así. Me ha ayudado a mi supervivencia como directora, me ha ayudado a sortear este momento de profunda crisis que vivimos en el sector cultural e industrial de España. Para mí poder contar con cierto nombre fuera de nuestras fronteras me ha ayudado a seguir haciendo cine que es muy difícil. En el año de mi ópera prima (1989) 42 directores españoles presentamos nuestra primera película. De ellos solo 7 seguimos en activo, así que seguir es el triunfo.

Según el Ministro de Cultura, este ha sido el mejor año del cine español. Con la taquilla concentrada en un sólo título, ¿qué lectura hace usted?

Ocho apellidos vascos es una comedia muy divertida y sana. No creo que los autores la hicieran con ánimo de taquillaje comercial. El éxito les ha pillado desprevenidos. Aquí se hacen menos películas que en Estados Unidos, el mercado es más reducido y que una película concentre toda la taquilla no es una ayuda a nivel industrial, no da trabajo a más gente por tener éxito. Sí es una ayuda para exhibidores y distribuidores. Todas estas cifras marean a la gente y no le hacen ver la situación. Lo qué sí ha conseguido Ocho apellidos vascos es que la gente vaya en grupo al cine para reírse juntos y hablar de ello después. Lo malo es que tenga secuelas como ocho apellidos catalanes o siete y medio extremeños. Ese fenómeno no soluciona nada. Yo siempre hablo como cineasta no como productor ni desde punto de vista industrial que así parece que habla el ministro.

¿Cómo es la situación del cine español actual?

Creo que se hacen buenas películas, quizá no lleguen a un público mayoritario pero sí hacen cosas artísticas interesantes, por ejemplo una ópera prima como 10.000 kilómetros, una película hecha con poco dinero y mucha imaginación e ilusión. A quien la ve le llega. Luego tenemos este fenómeno paratelevisivo de usar actores populares en películas pensando que así se atrae a la gente al cine. Esto funciona menos. También veo mucha gente saliendo de las escuelas de cine, buscando otras maneras de hacer llegar y vender películas que a veces funcionan y otras no, pero suponen un cambio respecto a la distribución tradicional. Mientras se hagan películas honestas iremos bien. El día en que todo sea igual y malo, no iremos bien.

¿Qué le parece el cambio de dirección en el Instituto de Cinematografía y las Artes Audiovisuales?

Susana de la Sierra hizo muy buen trabajo dentro del poco margen que la dieron. Era una cinéfila y alguien que hizo lo que pudo. Todos le reconocemos ese mérito. ¿Que ponen a otro?, si no le dan atribuciones da igual, como si ponen a Jennifer López, dará igual. Está claro que al Ministerio de Cultura el cine le sobra, le incomoda, no le gusta.Ahí está el quid de la cuestión, si el cine no aparece en la agenda del ministro, ya pueden poner a quien sea que no le dejarán trabajar.

La literatura está tras muchos de sus guiones ¿es su fuente de inspiración?

Mis principales influencias cinematográficas son literarias, es cierto, pero bebo de muchas fuentes. Me gusta el arte contemporáneo, la danza, me fascina la música. Una de las cosas que más disfruto es de poner música y pensar en imágenes a partir de trozos de melodía. También me gusta sentir otras influencias, un cineasta que solo beba del cine, no sé hasta qué punto puede ser estimulante su obra. Tienes que beber de conversaciones en el café, en los metros, de lo que gente te cuenta de forma casual, de lo que descubres sobre tu pasado o de quienes te rodean. Uno es una esponja, a veces un bob esponja.

Debutó en el teatro 84 Charing Cross Road ¿volverá?

Fue una gran experiencia, una manera de probar el teatro con un texto fascinante que ha dado a origen a dos buenas películas. Lo que pasa es que la metodología del teatro no va con mi naturaleza. Este ensayar durante meses y luego soltar a dos actores en el escenario y no volverles a ver, me perturba. Los que lo vieron disfrutaron, me ha dado grandes satisfacciones. Siempre pienso que tengo que volver cuando encuentre un texto que me guste.

Al documental sobre Garzón ¿le llevó la experimentación o la inquietud cívica?

Garzón para mí es un caso absolutamente visceral. Es un documental coyuntural para explicar un momento que vivimos, un caso que para mí clama al cielo. Lo único que quise era dar voz a una persona a la creo inocente en un momento en el que no la tenía. Nada más, es un documental clásico que ni siquiera creo que sea bueno. Si hay una persona que necesitamos como juez en España es a él.

Comenzó en la publicidad ¿le gusta la televisión?

Hace mucho que no hago publicidad. La última fue un spot para Damm, porque era la temporada final de El Bulli, una ocasión muy bonita para reflejarla. Llega un momento en que la publicidad te agota, te atormenta, te cansa, y no compensa.

¿Cómo ha sido el rodaje con Juliette Binoche, protagonista de Nadie quiere al noche?

La película parte de un guion de Miguel Barros. Me lo pasó y me fascinó, estaba muy bien escrito, es una trama increíble, una historia de dos mujeres en un medio hostil y no pude negarme. Binoche es la actriz más disciplinada y seria con la que he trabajado. Es una gran profesional y tenerla de protagonista es un privilegio.

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