Juan Manuel de Prada: «Empecé la novela enamorado de Santa Teresa»

Juan Manuel de Prada plantea en la novela El castillo de diamante (Editorial Espasa) el enfrentamiento entre dos de las mujeres más relevantes e inteligentes del siglo XVI, Santa Teresa de Jesús y Ana de Mendoza princesa de Éboli. Ayer presentó su obra en el Aula de Cultura de El Norte de Castilla, patrocinada por CaixaBank y con la colaboración de la Junta de Castilla y León. Glosó el personaje histórico que ha novelado mientras su amigo, el director del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, Gonzalo Santonja al que dedicará su próximo libro, desentrañaba claves literarias e históricas.

El salón de actos del Museo Patio Herreriano de Arte Contemporáneo Español se llenó de público para escuchar a un Juan Manuel de Prada que fustigó algunas versiones modernas de la personalidad de Teresa de Cepeda que se están ofreciendo en el teatro y la literatura al calor del V Centenario de su nacimiento. «Son engendros demenciales, patochadas sobre una hipotética Santa Teresa feminista, fuera de la Iglesia cuando su obsesión fue morir dentro de ella». Frente a estas lecturas, en la documentación que ha manejado ha visto en su personalidad y en sus peripecias vitales «a un Quijote femenino, que inicia su reforma a los 47 años y los otros veinte de su vida se tiró a los caminos con la misión de fundar conventos, durmiendo en posadas... tenía mucho del ideal caballeresco».

De Prada sitúa un relato que combina historia y ficción en Pastrana, la localidad de la Alcarria donde se retiró la intrigante aristócrata de Éboli y en la que Teresa de Cepeda fundó dos de sus conventos, el de San José (de monjas) y el de San Pedro (de frailes), «algo que sería inconcebible en estos tiempos», señaló el escritor, que con este libro ha pretendido rendir homenaje «a la novela clásica, a la picaresca y a la poesía amorosa y espiritual del siglo XVI».

Gonzalo Santonja destacó la recreación que De Prada hace de la época en un texto «lleno de guiños cervantinos, perfectamente integrados en el lenguaje de ese siglo, lo que supone un desafío colosal, siempre creando imágenes y metáforas, en línea con nuestra mejor tradición literaria». En su opinión, son varias las claves que hacen que el resultado «sea mucho más que prodigioso». Y citó el empleo del humor, la verosimilitud narrativa, la documentación plural y, añadió, «que contiene muchas novelas dentro. Ha escrito la novela de este V Centenario»

El año pasado, también por estas fechas, Juan Manuel de Prada presentó la obra Morir bajo el cielo, en la que glosaba un episodio heroico en el marco del desastre del 98 y la pérdida de Filipinas, de nuevo una mirada a la historia de este país en la que se resarce de los avatares de nuestra época contemporánea, con los que se muestra crítico y desencantado. Ayer, derribaba la imagen de periodo oscurantista del reinado de Felipe II y repetía que en su cabeza ha imaginado a Teresa de Cepeda como una especie de caballero andante femenino que concibió su vida como batalla contra molinos que no la intimidaban, logrando en su época «algo que habría sido imposible en la España contemporánea».

Ante el público comentó cómo la personalidad de la religiosa abulense le sedujo hace muchos años, haciendo convivir su personalidad mística con el impulso de pelea y brega continua en entornos hostiles. «Empecé la novela enamorado de Santa Teresa y la acabé enamorado también de la princesa de Éboli, maltratada por la vida y por la historia», concluyó.