Una jornada para mimar a los visitantes

Jornada de sonrisas, de máquina registradora apagada, de guías nuevos y directores inquietos, de inauguración de exposiciones. El Día Internacional de los Museos abrió ayer de par en par las puertas de todos bajo el lema de paisajes culturales. El Patio Herreriano enseñó los tesoros de sus almacenes; el Nacional de Escultura propuso visitas temáticas; el del Vino en el Castillo de Peñafiel volvió al medievo gracias al teatro y los escolares llenaron el de las Ferias de Medina o el del Pan de Mayorga. Hubo quien lo celebró cerrando, fue el caso del Museo Catedralicio de Valladolid porque prepara la exposición Corpus Christi. Historia y Celebración, que se inaugurará mañana.

Entre los visitantes más madrugadores de esta especial jornada estuvieron los miembros de la delegación india que está esta semana en Valladolid, estudiando precisamente iniciativas de conservación del patrimonio. Venidos de la capital del estado de Gujarat, Ahmedabad, se quedaron admirados en el Patio Herreriano del medio millar de figuras con las que Enrique Marty ha invadido la Capilla. De allí, fueron al Colegio de San Gregorio. Un exotismo, a sus ojos, bien distinto.

Precisamente en esa calle, lucía abierta una puerta cerrada habitualmente, la del Jardín del silencio. Allí comenzaba una de las actividades del Museo Nacional de Escultura, La memoria de la piedras. Diego se estrenaba como guía ante un grupo de unas quince personas que se revelaron excelentes interlocutores hablando de la historia de su ciudad. Entre margaritas espontáneas y cuidados árboles, se yerguen dos casas señoriales, plantados sus vestigios sobre el césped. A Diego le sobraba conocimiento y le podían los nervios en su exposición, apoyado por una colega veterana.

El público fue su aliado, atento a la historia de la Casa de las Aldabas y Rodrigo de Calderón. Dentro, en la Capilla del Museo empezó otra visita guiada, centrada en la figura de Fray Alonso de Burgos, el impulsor de la construcción del colegio.

Para quien quiera conocer la historia de Valladolid, qué mejor que ir a su museo, en la Plaza de Fabio Nelli, y precisamente ahora. Ayer se inauguró la exposición temporal La ziudad de Bentura Seco. El conocido plano de Ventura Seco, terminado en 1738, ha sido recreado en una maqueta por Juan José Fernández, explicada a través de una locución. Además la Biblioteca Nacional ha restaurado los dibujos de Ventura Pérez, ensamblador, de buena parte de los monumentos del XVIII, y se los ha cedido al Museo para su exposición. Una audiovisual cuenta la historia del Valladolid que desemboca en 1738 y una curiosidad, restos de la sierpe que adornaba una casa de la calle del mismo nombre.

A mediodía también inauguraban exposiciones el Museo de la Universidad de Valladolid (MUVA)y el de Arte Africano, en el Palacio de Santa Cruz. El primero, dedicado a mostrar la historia de una de las instituciones más antiguas de la ciudad, tiene una sala inicial que utiliza para muestras temporales. El pintor salmantino Jesús Alonso muestra estratos, árboles, ramas de Arriba, donde sopla el viento rudo y fuerte en óleos y dibujos.

Cruzando la plaza, en una de las salas del museo de la Fundación Jiménez-Arellano, se estrena Sara Pérez como fotógrafa. Ha colgado diez imágenes de su África, «no la miro desde el paternalismo, me interesa la mirada real, la que ellos tienen con su entorno, con la naturaleza, esa que nosotros hemos perdido». Sara trabajó en este museo y después en el Observatorio de Educación Patrimonial dedicado a analizar «qué hace que ese objeto esté en una vitrina, qué vínculo tengo con él para que proteja ese bien». El quid de la conservación, tan sistematizado con el arte que nos precedió, no es tan obvio con el coetáneo.

Por eso el Patio Herreriano proponía para la tarde el taller titulado ¿Cómo conservar el arte contemporáneo?. Los asistentes conocieron gracias a Beatriz Pastrana, coordinadora de la colección, cómo se conserva en las bodegas del museo lo que ve el público.

Un borrachín en el castillo

Talleres y visitas guiadas estuvieron llenas con público atento que se había apuntado con antelación. En la provincia, el Museo del Vino de Peñafiel estuvo también muy frecuentado por el gancho de las visitas teatralizadas. El señor del castillo, algo borrachín, recibió a los visitantes con la ayuda de su esposa y aun bufón. Los fines de semana de junio repiten esta iniciativa. Los escolares de la comarca de Medina del Campo acudieron al Museo de las Ferias, con el especial atractivo de la exposición sobre su paisano el banquero Simón Ruiz. En Mayorga recibieron a un grupo de niños palentinos y la gente del pueblo aprovechó para dar una vuelta por su museo.

Este sábado se celebra la Noche Internacional de los Museos. Danza, teatro, música y otras iniciativas animarán al público a llevarse el bocadillo a la cola de los museos.