Un simposio desvelará entresijos del mundo del vino desde la Edad Media

El vino es emblema de pujanza, de producto propiciador de una eclosión económica en Castilla y León con la proliferación de bodegas, y social con el enoturismo, catas y el ámbito gastronómico. Pero más allá de su protagonismo contemporáneo, el vino guarda una historia de siglos de arraigo a esta tierra, lo que ha llevado a la Fundación Joaquín Díaz a convertirlo en eje del XI Simposio de Patrimonio Inmaterial, que se celebrará desde mañana hasta el domingo con el título La voz y la vid en la bodega Heredad de Urueña.

El simposio propone un viaje imaginario a la Edad Media para averiguar cómo era la relación de la vid y el vino con la liturgia y los monasterios, los lagares y las prensas, la normativa jurídica, el transporte, los brindis y las canciones relacionadas con su producción y recogida durante la vendimia, así como las voces y palabras asociadas al viñedo y su producción que se han escuchado a lo largo de los siglos. «La vid está ahí, tan de moda que pensamos que merecía la pena poner la mirada en ese mundo que, a través de la gastronomía y la enología tiene una gran presencia en la sociedad, pero no desde esta óptica de contemplarlo a la luz del paso del tiempo», arguye Joaquín Díaz, impulsor de este foro que cumple su undécima edición profundizando en aspectos del patrimonio inmaterial.

El simposio está enfocado a la divulgación desde un enfoque etnográfico y comenzará el viernes con la recepción y entrega de documentación a los asistentes. El sábado, a las 10:30 horas, Ismael Fernández de la Cuesta experto en música antigua galardonado este año con el Premio Castilla y León de Conservación del Patrimonio hablará sobre Los monjes y el vino.

La siguiente disertación correrá a cargo del poeta Luis Alberto de Cuenca con el tema Tabernas y goliardos. Por la tarde, la profesora de la UNED Remedios Morán, impartirá la conferencia Los fueros y el viñedo y, a continuación, el antropólogo Luis Vicente Elías ofrecerá una ponencia sobre El lagar místico. Para concluir la jornada, un concierto de Luis Delgado y César Carazo, a las 20:00 horas.

El domingo 10, a las 10:30 horas el profesor emérito José Manuel Pérez Prendes ofrecerá su visión sobre el viñedo en el derecho territorial, para terminar el simposio a las 12:00 con la intervención de Carlos Piñel, director del Museo Etnográfico de Castilla y León, centrada en el tema Envases, medidas y acarreo del vino. Las sesiones se celebrarán en la bodega Heredad de Urueña, de la familia Rodríguez-León.

Se trata, en opinión de Joaquín Díaz, de profundizar en las raíces de lo que ha significado el mundo del vino con el propósito de conocer mejor su presente. «Durante muchos años el vino se ha usado como moneda de pago, la gente tenía viñedos porque era un modo de pagar a quienes trabajaban sus tierras con vino y el compango, que era el vino y el pan con un poco de tocino o chorizo. De ahí que tener viñas fuera de gran importancia en una casa, para consumo propio y como medio de pago».

Apunta que primero reyes, nobles y monasterios «se dieron cuenta de la trascendencia económica y social del cultivo de la vid, y cómo con los años y las plagas sucesivas su relevancia fue transformándose hasta el siglo XIX, para convertirse en el XX en una industria floreciente». Observa el etnógrafo interés en algunos bodegueros actuales por certificar el pasado, «por conocer por qué se ha plantado un tipo de viña y no otro en un pago, y para eso siempre acuden a la historia de ese terreno o del lugar donde han instalado la bodega».

El análisis del mundo de la vid desde un punto etnográfico no acaba en este simposio. La Fundación Joaquín Díaz prepara otro que se celebrará en julio y tendrá como tema la literatura y las expresiones populares vinculadas a la vid, un acercamiento a través de cuentos, canciones, adivinanzas y brindis. Por último, en septiembre se celebrará un encuentro dedicado al patrimonio material propio del mundo del vino, con piezas y objetos que en el siglo XIV cambiaron el cultivo de la vid y cuyo rastro se puede seguir a través de los folletos que entonces se publicaban. De nuevo, un alumbramiento desde otras perspectivas al mundo de la vendimia.