El ‘vibrantum’ o el silencio como principio creador del cosmos

Lo que parece un árbol escuálido de ensaladeras y flaneras metálicas de distintos tamaños es un vibrantum. El tamaño de los cuencos y el objeto con que se golpean determinan las distintas las notas, más o menos agudas. El instrumento da nombre a un espectáculo puesto en escena por José Luis Gutiérrez en solitario. «Explico el origen del universo desde el punto de vista del sonido. En Vibrantum cuento cómo en el principio de todo, cuando nada existía, solo había silencio. A partir de ahí se van desarrollando distintos aspectos sonoros que hablan de filosofías y de cómo hemos llegado a la materia y al orden universal», relata el músico. Es un montaje «en constante evolución» durante el que Gutiérrez se acompaña de 12 personas del público, en recuerdo «de los 12 apóstoles y las doce notas de una escala cromática».