Así puedes reducir las cicatrices de tu piel (sin pasar por el quirófano)
Las cicatrices son muy habituales, pero por razones estéticas es lógico que queramos eliminarlas. Te presentamos los parches con los que podrás mejorar la apariencia de tu piel.

Seguro que ya lo has notado: los días se alargan, los termómetros de la calle marcan más grados, las mesas de las terrazas se llenan de gente tomando algo, hemos empezado a sustituir los jerseys por los vestidos, las botas por las sandalias, y nos hemos despedido por fin de las medias. Asoma ya el verano a la vuelta de la esquina, una época que dispara las hormonas de nuestra felicidad, pero también los complejos. Y es que algunos defectos que han estado escondidos tras la ropa, salen ahora a la luz sin que nos resulte tan fácil disimularlos.
Es el caso de las cicatrices. Son más comunes de lo que imaginamos: dos tercios de la población (66%) refiere tener alguna cicatriz o marca en alguna parte del cuerpo, según un estudio publicado por Elsevier. Las cicatrices son el proceso natural de curación de la piel y no tienen ninguna gravedad. No obstante, algunas veces se notan más de lo que nos gustaría y por ello pueden llegar a resultar molestas, causando complejos e incomodidades.
Dos tercios de la población mundial tiene, como mínimo, una cicatriz visible.
Cesáreas, accidentes, intervenciones quirúrgicas, enfermedades dermatológicas, quemaduras, lesiones… Las causas de las cicatrices pueden ser muy variadas y es evidente que cada huella de nuestra piel nos traslada a un recuerdo, un lugar y un momento muy concreto, pero además, un alto porcentaje de mujeres siente vergüenza, tristeza y ansiedad ante sus cicatrices, especialmente si se encuentran en una zona demasiado visible, como la cara, lo que evidencia que marcan tanto el cuerpo como la mente.

Cómo se forma una cicatriz
Si nos hacemos una herida superficial que afecta a la epidermis, lo más común es que se produzca una regeneración completa de la estructura cutánea y no haya cicatriz. Pero cuando las heridas logran alcanzar el tejido cutáneo (dermis) la regeneración se produce con otro tejido conectivo, más irregular, menos elástico y con un tono de color diferente: es lo que conocemos como cicatriz, que se encarga de reparar la dermis.
Según el tipo de piel, de lesión, la zona del cuerpo donde se ha producido, la edad de la persona, y otros factores, la piel se regenerará antes o después, pero hay que tener en cuenta que la cicatrización es un proceso largo, durante el cual la piel se va remodelando semana tras semana. Con el paso del tiempo, cualquier cicatriz se vuelve más fina y nacarada, pero es importante acompañar el proceso de cicatrización con unos cuidados óptimos para que los resultados sean ideales. Además, cuando la piel no se repara adecuadamente, la cicatriz puede tomar un aspecto más grande y abultado al cabo de un tiempo.
La cicatrización es un proceso que puede ser largo durante el cual la piel se va remodelando semana tras semana.
Las cicatrices pueden ser queloides (engrosadas y elevadas), hipertróficas (con elevaciones rojizas que pueden provocar picor) o atróficas, que son las cicatrices deprimidas en la piel y que se observan más comúnmente en el acné o después de la varicela.

Cómo tratar las cicatrices para que tu piel luzca perfecta
Para facilitar la correcta cicatrización, los primeros días tenemos que aplicar sustancias que regeneren la piel, y una vez reparada, necesitas un aliado: los parches de poliuretano como los de Trofolastin Reductor de Cicatrices son fundamentales en la prevención de cicatrices hipertróficas y queloides, porque ofrecen las condiciones de presión y humedad, además de estricta protección solar, que tu piel necesita.
No creas que estos parches solo obtienen resultados ante las cicatrices más nuevas: Trofolastin Reductor de Cicatrices es capaz de tratar hasta las marcas antiguas, de hace incluso dos años.
Trofolastin Reductor de Cicatrices actúa tanto en cicatrices recientes como antiguas, reduciendo de forma visible cicatrices hipertróficas y queloides en 8 semanas.
Los parches de Trofolastin trabajan de dos maneras simultáneas: una, gracias a la acción mecánica del apósito sobre la piel, se modifica la apariencia de las cicatrices, y dos, crean un microclima con el grado de humedad necesario para que aparezcan nuevas fibras de colágeno y elastina.
Trofolastin Reductor de Cicatrices es capaz de mejorar la apariencia también de cicatrices antiguas, aunque es recomendable actuar cuanto antes: si desde que la piel está regenerada se aplica presión sobre la herida, se evita que la cicatriz se haga hipertrófica o queloide. También hay que protegerla del sol para que no se pigmente, por eso los parches de Trofolastin son fotoprotectores. No contienen ningún principio activo, sino que actúan físicamente sobre la herida, favoreciendo la regeneración cutánea y la creación del colágeno y la elastina.
Los parches se adaptan al tamaño de las cicatrices porque están disponibles en varios formatos y se pueden recortar. Se mantienen pegados sin necesidad de cambiarlos hasta una semana. Los dermatólogos recomiendan mantener el apósito entre ocho y diez semanas para obtener los mejores resultados.