El tiempo favorece la siembra escalonada de la patata, que mantendrá hectáreas
El sector augura una campaña complicada ante la incertidumbre de lo que pueda pasar con el canal Horeca, que da salida en la hostelería al 20%
Con las siembras prácticamente terminadas y realizadas de forma bastante escalonada debido a los condiciones climatológicas, el sector de la patata mira con recelo lo ... que pueda pasar esta campaña, especialmente por la salida que se dará a toda esa patata destinada al canal Horeca, el que sirve a la hostelería.
«El año viene muy complicado porque no sabemos cómo va a influir el canal Horeca, qué va a pasar con el turismo. La incertidumbre es total en un sector que tiene dudas de por sí, pero multiplicadas por siete», dice Eduardo Arroyo, presidente de la Asociación de Productores de Patata de Castilla y León (APPACYL). Arroyo calcula que el 20% de la producción se distribuye por ese canal, por lo que destaca que «suma bastantes toneladas».
Comenta que las siembras «están prácticamente terminadas, se han escalonado mucho más de lo que pensábamos». Las primeras se iniciaron a finales de febrero primeros de marzo y se han extendido hasta ahora debido a las lluvias. «Ha venido bien porque a la hora de los arranques también serán más escalonados de lo previsto, es bueno ante los problemas que habrá a la hora de colocar el producto».
Al final, en poco más de cuatro meses, Castilla y León recoge una media de 800.000 toneladas y «las primeras, las patatas más tempranas, tendrán menos problemas, pero a medida que avance agosto la presión irá creciendo», de ahí la conveniencia de que no se concentren los arranques. El año pasado se cultivaron 19.146 hectáreas de patata en la región y esta campaña «no tenemos datos definitivos pero por las semillas que hemos visto, va a ser un número parecido». Castilla y León es la primera productora de patata nacional y aunque «somos deficitarios y haya cierta dependencia de Francia, no vamos a vivir de rodillas, se debería sujetar la entrada de patata de ese país».
El calor y la «limpieza fisiológica»
El campo siempre mira al cielo y, tal y como explica Eduardo Arroyo, «después de esta semana de calor y a pesar de que estaba todo muy húmedo, se ha producido una limpieza fisiológica espectacular, hay muy poco hongo».
En este sentido hay que aclarar que «las patatas que empiezan a cerrar, las primeras, son las que tienen un alto riesgo con estos nublados y tormentas de que las puedan enganchar los hongos, hay que estar a la expectativa». En el caso de las tardías, el riesgo es menor porque en algunos casos todavía están naciendo.
Por otra parte, Arroyo aprecia que a diferencia de la remolacha, en la que se espera una caída de la superficie que podría rondar las 2.000 hectáreas, «en la patata no parece que vaya a ser así, la gente ha confiado más en este cultivo».
Mirando siempre de refilón a Francia, el país galo bajará su superficie en torno al 2%, pero «a pesar de esto, el lío puede ser grande».
La pasada campaña, de las 19.146 hectáreas cultivadas en la región, Valladolid fue la provincia que más hectáreas sembró, 5.172, seguida de Salamanca con 4.443 y Burgos con 2.359. Los rendimientos medios de la hectárea fueron de 48,5 toneladas.
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