Comparecencia a petición propia del consejero de Fomento y Medio ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, para explicar los pormenores del incendio de Navalacruz. Ical

Suárez-Quiñones recuerda que se preveía que el de Navalacruz «sería un gran incendio»

El consejero señala que la escasa humedad, temperaturas de casi 39 grados, rachas de viento de 70 kilómetros por hora, la topografía del terreno y la simultaneidad con otros fuegos concluyeron con la quema de 22.037,85 hectáreas

El Norte

Lunes, 20 de septiembre 2021, 12:53

El consejero de Fomento y Medio ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, justificó hoy que «cualquiera con conocimientos» ya preveía que el de Cepeda La Mora-Navalacruz «sería un gran incendio», dadas características como la escasa humedad, que no llegaba al 2%, temperaturas de casi 39 grados, rachas de viento de hasta 70 kilómetros por hora, la propia topografía del terreno y la simultaneidad con otros fuegos (58 entre el 14 y 16 de agosto en Castilla y León) concluyeron con la quema de 22.037,85 hectáreas, el 12% arboladas (más de 2.700 hectáreas), el 83,5% superficie forestal desarbolada (18.400) y otras 900 no forestal.

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Durante su extensa comparecencia a petición propia para explicar los pormenores del mayor incendio registrado en la comunidad, Suárez-Quiñones recordó que a todo ello se sumó la alta disponibilidad del combustible de propagación (matorral/pinar), que derivaron en un escenario «muy favorable a condiciones de comportamiento muy extremas». A ello se unió un escenario de un incendio de grandes dimensiones con «puntos sensibles» a proteger, como poblaciones muy próximas, carreteras y edificaciones aisladas.

Advirtió de la rápida propagación del incendio, especialmente desde su inicio el día 14 hasta la noche del 15 al 16 de agosto. En las horas centrales del día 15 el incendio avanza a razón de 1.000 hectáreas a la hora, con un perímetro activo en el momento de mayor actividad del fuego que superó los 36 kilómetros, longitud del frente de llama a primera hora de la tarde de ese domingo. Además, citó otro dato de especial consideración, el «carácter convectivo del incendio», que concentró columnas de humo y viento que «lanzaba las pavesas a zonas muy adelantadas respecto al frente, originando múltiples incendios secundarios que hacía el avance del incendio extraordinario».

También, justificó que si en otros incendios la noche es un «momento de cambio» de viento y bajada significativa de las temperaturas, en este caso «no se produjo ni uno ni otra, incrementándose incluso la velocidad de propagación sin encontrar una sola oportunidad de extinción». Si a las 23 horas del día 14 la superficie afectada rondaba las 2.000 hectáreas, nueve horas después superaba las 7.000.

Otra de las causas que llevaron a una importante superficie calcinada, dijo el consejero, es que en el momento en que «se empiezan a ver amenazadas las poblaciones», primero La Hija de Dios, a continuación Robledillo y así hasta 16 localidades de las caras norte y sur de la Sierra de la Paramera, se priorizó la defensa de estos núcleos, con lo que se desplazaron los medios disponibles. De hecho, a partir del amanecer del día 15, el operativo abandonó el combate de las llamas en el monte para defender «una a una todas las poblaciones afectadas». Cuando la carretera AV-900, de Ávila a Burgohondo por el Puerto de Navalmoral, fue superada por las llamas «sin posibilidad alguna de detener su avance», el operativo se trasladó al siguiente punto de ataque, la N-403, que «fue donde lograron detener el avance de la cabeza».

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Daños del fuego

Suárez-Quiñones desgranó los daños medioambientales y materiales del incendio. Así, ardieron cinco montes de utilidad pública y fue afectado un consorcio, varios espacios de la Red Natura 2000 afectados, que suman 10.700 hectáreas calcinadas y explotaciones agrícolas y ganaderas, mayormente extensivas de vacuno de carne. El consejero señaló que se trata del incendio más grande en extensión de Castilla y León desde su nacimiento, no así en cuanto a la superficie arbolada, pues por encima están los de Castrocontrigo (10.096 hectáreas), Figueruela de Arriba (4.184), Villardeciervos (3.702), Encinedo (3.042) y Arenas de San Pedro (2.980). En el contexto nacional, es el octavo de más extensión desde que se tienen registros.

Recordó, igualmente, que si bien «no es fácil recoger alguna circunstancia positiva de un incendio de tal magnitud, es justo reconocer que el manejo de la emergencia permitió saldarla sin pérdida de vidas humanas, ni por parte del operativo de extinción ni por parte del numeroso personal civil afectado». «Desgraciadamente no siempre ocurre así», lamentó, para manifestar su pesar por el fallecimiento de un miembro del operativo en el incendio de Sierra Bermeja, en Málaga.

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En cuanto a construcciones y edificaciones, transmitió la afectación de varias instalaciones ligadas al uso ganadero de la zona afectada. Si bien afortunadamente no se ha producido la quema de viviendas en uso.

Prevención en el monte

También aprovechó para rememorar que la «prevención se realiza durante todo el año», con una inversión en 2020 de 36 millones de euros en Castilla y León, que han beneficiado a 50.000 hectáreas. Se elevan a 217.614 si se tienen en cuenta desbroces y mejoras en montes gracias al Programa de Desarrollo Rural 2014-2020.

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Así, se han aprobado, dijo, 910 expedientes para ayudas a la mejora de la selvicultura, por un importe ejecutado de 10,8 millones y una superficie estimada en tratamientos selvícolas de 137.137 hectáreas. Mientras, para ayudas a los desbroces en toda la Comunidad son 1.276 expedientes, por un importe ejecutado de 11,8 millones y 80.477,32 hectáreas. En total, la inversión ha sido de 22,6 millones, con una inversión de 9,3 millones al año. «No hay ninguna comunidad autónoma en España que pueda ofrecer ni aún en cálculos relativos por superficie, cifras similares ni de lejos, a estas cifras de tratamientos selvícolas preventivos», defendió el consejero. En ese punto destacó la posición de Ávila, una de las provincias con mayor inversión en prevención. En concreto, significó que en la zona afectada por el incendio se contabilizan 10 expedientes de desbroces y dos de tratamientos selvícolas los que se habían concedido, adjudicados a los titulares de las explotaciones ganaderas y ejecutados por éstos en colaboración con empresas forestales locales.

Urgencia para los trabajos

Suárez-Quiñones recordó que el área incendiada ha sido declarada zona afectada gravemente por una emergencia de protección civil, según el acuerdo del Consejo de Ministros, de 24 de agosto, que se realiza no específicamente para este incendio sino para los de 13 comunidades. Por ello, urgió acometer ayudas dirigidas hacia las explotaciones ganaderas, que «van a sufrir en los próximos meses pérdidas en su producción, además de los gastos inmediatos a los que tendrán que hacer frente para la reconstrucción de los habitáculos ganaderos que el fuego ha destruido, la reposición de las reses perdidas, el abastecimiento diario de forraje y agua al ganado». «Y es preciso», continuó, «restablecer cuanto antes las zonas agrícolas pastables para mantenerlas en el nivel de calidad ambiental que exige la normativa reguladora de las ayudas a este tipo de terreno».

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Por ello, instó al Gobierno central, «competente» en esta materia, a establecer ayudas, bonificaciones fiscales especiales para la actividad agraria y financiación de avales y medidas de Seguridad Social. En este sentido, presumió de que su departamento, desde la extinción del incendio, ha trabajado en las medidas «urgentes y a corto y medio plazo necesarias para restaurar la zona y mejorar la situación de los habitantes de los municipios afectados por el incendio», de las que ya se informó en las reuniones mantenidas el 1 de septiembre en Navalmoral de la Sierra, en las que se dieron a conocer las medidas de apoyo a la ganadería y las actuaciones inmediatas sobre calidad y cantidad de agua de consumo y restauración que ya se están llevando a cabo: abastecimiento, extracción de madera quemada de conífera para evitar riesgo de plagas y facilitar la restauración posterior, corrección hidrológica-forestal (en colaboración con el Gobierno), con una inversión prevista de tres millones; análisis del grado de afección de desmán ibérico (junto a la CHD).

Todas estas actuaciones tendrán su continuidad en un Plan de Recuperación a medio plazo, que abarcará actuaciones totales por un importe de 25 millones de euros que acometerán obras de restauración ambiental (14 millones) apoyo a la ganadería (6,5) y recuperación de elementos patrimoniales (550.000 euros). «Esperamos que estas ayudas sean pronto complementadas con las que el Gobierno anunció como consecuencia de la declaración de la zona como zona catastrófica», deseó.

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