Personal de enfermería prepara el metarial para realizar pruebas PCR en el centro de Hurerta del Rey. Gabriel Villamil

Sanidad vigila la nueva etapa con 12 zonas en alerta amarilla y los hospitales de la región al 72%

Atención Primaria aún hace seguimiento a 12.724 enfermos aislados y 269 rastreadores controlan el entorno de los casos nuevos diarios

Ana Santiago

Valladolid

Lunes, 22 de junio 2020, 07:54

Han sido 99 días de alarma sanitaria cumplidos al filo de la medianoche del sábado. Catorce semanas en las que los ciudadanos se han familiarizado ... con terminología antes tan alejada de su vida como los epis (equipos de protección individual), mascarillas FFP2 y sus otras variedades y sus para qué sirven o con qué es una PCR. Atrás, pero muy cerca, quedan unos hospitales sumidos en una experiencia insólita, recorvertidos y especializados en pocos días en centros asistenciales para atender a las víctimas de un virus desconocido, con incidencia muy variada según personas y edades y muy diferente a otros incluso también nuevos. Se ampliaron las unidades de críticos extendiéndose allá donde fuera posible instaurar ventilación asistida, se convirtieron ferias o cafeterías en servicios de hospitalización –todo ello sin abandonar la asistencia relevante tradicional– se cambiaron jornadas laborales por turnos de doce horas, especialistas en dermatología o alergología en expertos en coronavirus.

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Un balance diario de datos que en su peor momento, a principios de abril, hablaba de 2.356 personas ingresadas en planta, 353 en UCI y que ha sumado hasta ahora 76.092 infectados controlados desde Atención Primaria. Aumentos diarios de más de mil contagiados en el pico de la pandemia. Hasta 82 fallecimientos en un solo día. El colapso no llegó, con la excepción de Segovia y dificultades en algunas provincias; pero no anduvo lejos en algunas zonas con sus peores cifras y dificultades también en Soria y en Ávila.

Ahora la vuelta a la 'nueva' normalidad abre la calle y los contactos, la movilidad de los ciudadanos, aunque con restricciones. Y, con ello, el temor a nuevos brotes que Sanidad espera frenar en fase de contención para no llegar otra vez a la transmisión comunitaria. Los tres brotes detectados esta semana en Valladolid –dos en residencias y un tercero en zona no covid del Río Hortega– han sido los primeros ejemplos. Cada caso –ahora sí– será diagnosticado entre 24 y 48 horas con una segura prueba PCR, aislado y rastreado su entorno. Es el trabajo de los 269 viligantes de la salud pública en Atención Primaria para que esto no se vaya de las manos.

Las cuatro provincias del sur de la comunidad son las más amenazadas por la cercanía a Madrid y al ser zona habitual de paso

Castilla y León llegó, como toda España, a la 'libertad bajo fianza' la noche del sábado, momento en el que perdió el vigor el estado de alarma, y tras pasos más lentos y prudentes por su casuística que otras comunidades, con el sur de la autonomía bajo la lupa. Salamanca, Ávila, Segovia y Soria han mantenido, en realidad desde el principio por su cercenía a Madrid y ser zona de paso, una alerta siempre superior al resto de la región. Son un área más comprometida que otras de nuevo al abrirse la movilidad.

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Tasas altas

Además, Castilla y León entra en la nueva etapa con 12 zonas básicas de salud en alerta amarilla por el número de casos en los últimos siete días y 14 áreas mantienen dicho nivel en una retrospectiva del doble de jornadas. El criterio epidemiológico establecido contempla las tasas de personas con PCR positiva por 10.000 tarjetas sanitarias de cada zona básica de salud en los últimos siete y catorce días. Es exigente: hay que tener menos de 2,5 casos por 10.000 tarjetas sanitarias para ser zona verde en la última semana y menos de cinco para serlo en las dos últimas.

Para el cálculo de este indicador, Sanidad tiene en cuenta a las personas cuyo proceso clínico o sintomatología se ha iniciado en los citados días previos al resultado de la PCR.

Una incidencia cambiante y que solo deja libre por completo, por el momento, a las provincias de Burgos y de Zamora. En cuanto a las capitales de provincia, las de mayor incidencia concentrada son Salamanca, Soria y Valladolid, esta última por el reciente brote; pero todas consideradas 'verdes'.

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En la actualidad, los centros de salud vigilan a 12.724 pacientes que están enfermos de forma activa, que pueden transmitir el patógeno. Aislados y con seguimiento médico. Hay 91 personas ingresadas, 18 de ellas en Unidades de Críticos (a fecha del pasado día 19); pero ni Segovia ni Zamora ni El Bierzo tienen ya un solo paciente en dicho servicio de vigilancia intensiva, tampoco los centros asistenciales comarcales por carecer de ellos. Y aunque es una situaicón cambiante en cualquier momento, ya es evidente la relajación de la presión asistencial. Valladolid tiene solo cuatro enfermos en la UCI.

En su conjunto, los hospitales se enfrentan a esta nueva etapa al 72% de ocupación general. La capacidad estructural de Sacyl en las UCI, es decir, sus camas habituales, es de 216 (aunque incluye ya unidades para patologías específicas como Cardiología) y la Consejería de Sanidad implementó 305 más. Con este incremento la situación hospitalaria está desahogada; pero los datos aún no permiten volver a los servicios de vigilancia de críticos previa a la crisis sanitaria. De hecho, Sacyl prevé un aumento de camas de UCI y de planta que se consolide en el futuro en todos los hospitales por la casi seguridad de que este nuevo coronavirus ha venido para quedarse; aunque un futuro de mejores tratamientos y vacunas disminuya su incidencia y, con ello, la demanda asistencial. Una mirada a la dotación de camas de UCI ampliadas muestra una ocupación media del 50%, con ninguna en 'rojo' y con Palencia y Salamanca en 'amarillo', con más apuros de capacidad. Valladolid tiene al 53% el Clínico y al 55% el Río Hortega. Sin embargo, un repaso sobre solo los recursos habituales llevan a este último hospital de la Zona Oeste de Salud al estrecho margen de maniobra del 95% de ocupación mientras el Clínico se sitúa en el 41%. León y Burgos comparten el color 'rojo' de ocupación con el complejo vallisoletano de Delicias.

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La ocupación actual en estas unidades es de 0,1401camas por mil habitantes, con la inclusión de las habilitadas y de 2,1304 si se trata de capacidad de ingreso en planta. Castilla y León cuenta con 392,3 camas por cada 100.000 habitantes, lo que la sitúa en la la segunda autonomía en capacidad de ingresos y la tercera en camas públicas. Una dotación que, según estimaciones de la Consejería de Sanidad, rechaza cualquier problema de cobertura. El 2 de abril, con el pico más alto, con 2.407 pacientes de covid y de otras patologías o cirugías, los hospitales alcanzaron el 67,3% de ocupación global, entre críticos y planta. Unos datos que dan holgura, interpreta la Junta, a la autonomía para un nuevo repunte; aún así la previsón es la de aumentar de cara al otoño este tipo de recursos en cada hospital.

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