Negociación del convenio
Renault no prevé coches nuevos para Valladolid y Palencia «a día de hoy» y pide más flexibilidad y ajustar costes salarialesAlerta del «difícil momento que atraviesa la automoción en Europa» mientras los sindicatos exigen subir los sueldos y proyectos para las fábricas
La negociación del nuevo convenio colectivo de Renault ha arrancado formalmente este 28 de octubre con la constitución de la comisión paritaria entre la empresa ... y los representantes de los empleados de la firma del rombo en nuestro país, que a priori defienden posturas muy alejadas. Se trata de un órgano formado por 26 miembros de los que trece responden ante la Dirección y los trece restantes defienden los intereses de la plantilla. De estos últimos, en consonancia con los resultados de las elecciones sindicales, cuatro pertenecen a UGT, tres a CC OO, tres a SCP, dos a CGT y uno a CSIF, lo que deja fuera a Trabajadores Unidos (TU).
El proceso arrancó el pasado 30 de septiembre con la denuncia de la regulación laboral en vigor, que inicialmente abarcaba el periodo 2021-2024 pero se prorrogó durante un año más. Para constituir la Comisión Negociadora había un mes de plazo y ese trámite se ha formalizado este martes con un encuentro en el que la directora de Recursos Humanos Renault España, Reyes Torres, ha incidido en «el difícil momento que atraviesa la automoción en Europa y la inestabilidad aparejada al mismo», según han indicado fuentes de la compañía.
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Al hilo de esto, la multinacional francesa ha admitido que «a día de hoy no hay visibilidad de adjudicaciones» para las factorías de Valladolid y Villamuriel de Cerrato (Palencia), o lo que es lo mismo, que no está previsto que lleguen coches nuevos a las fábricas al menos por el momento. «Tenemos que trabajar para ser competitivos para cuando los haya», prosiguen las mismas fuentes, que explican que para conseguirlo hay «tres factores de competitividad» o «prioridades», «control de costes salariales, mejora de flexibilidad y bajada del absentismo», enumeran. Eso sí, «sin olvidarse de avanzar en las condiciones de trabajo y necesidades» de sus asalariados, alrededor de 7.000 entre las plantas, el centro de I+D+i y las oficinas de Madrid.
Plataforma única
Un planteamiento que a priori no está en consonancia con las demandas sindicales, que pasan por conseguir una subida de sueldos, garantías de empleo y una mejor regulación de la bolsa de horas. De hecho, Renault reconoce que los delegados sindicales han puesto el foco «en la necesidad de tener un plan industrial efectivo que garantice el futuro de los centros de trabajo y en la mejora de las condiciones salariales y laborales». Lo ha expresado la Unión General de Trabajadores de manera tajante, al sentenciar que «UGT no acordará sin adjudicaciones e inversiones para las fábricas españolas», al tiempo que ha tendido la mano al resto de secciones sindicales «para elaborar una plataforma conjunta de cara a la negociación del convenio colectivo».
Es algo que ve factible Sergio García, el portavoz de la Sección Sindical Intercentros de Comisiones Obreras en Renault, que ha abogado por ello desde el principio y se muestra convencido de que «no será difícil hacer una única e intentar defenderla todos a la vez» de cara a la siguiente reunión, que tendrá lugar el 19 de noviembre, porque las propuestas «van en la misma línea». Junto a esto, explica que «necesitamos mejoras, necesitamos regular la bolsa de horas y necesitamos afrontar muchos otros temas que no son solamente salario, pero todo basado en que nos traigan carga de trabajo ya que la normativa de descarbonización de la Comisión Europea nos está limitando y nos está apretando mucho a los constructores». «Más que productos necesitamos volúmenes. Vamos a solicitar 250.000 vehículos para cada una de las factorías», concreta, y pone como ejemplo lo que ocurre en Palencia, que «tiene tres productos pero está a un turno, y queremos que haya dos a tiempo completo».
El Sindicato de Cuadros y Profesionales, por su parte, también ha mostrado su disposición a sumar ideas y, junto a esto, ha puesto de manifiesto que «hay un grave problema con el absentismo y la pérdida de identidad con la marca». En este sentido, SCP ha remarcado que «las principales herramientas para trabajar estos puntos las tiene la Dirección de la empresa, mejorando el salario, revisando los ritmos y las cargas de trabajo y teniendo en cuenta otros muchos aspectos» que reivindican.
Una posición en la que coincide CGT, que insta a los directivos a plantearse que ausentarse del puesto «puede venir provocado por los insostenibles ritmos de trabajo, en algunos casos agravado por semanas de seis días», además de expresar su preocupación «porque no haya a la vista ningún proyecto de futuro». «Vemos complicada una negociación sobre la nada», advierten, al tiempo que reclaman «mejoras económicas, no podemos seguir perdiendo capacidad adquisitiva mientras la empresa declara ingentes beneficios». CSIF cifra esa merma en «más de un 9%» desde el anterior convenio, algo que quiere corregir por la vía de aumentar los salarios el IPC más cuatro puntos. A esto añade otras reclamaciones como «la revisión de la bolsa de horas», que define como «una bolsa de días infinitos que la empresa utiliza a su conveniencia y dificultando la conciliación familiar» y que a juicio del delegado de la central, Carlos Pérez, «es el origen de tremendas desigualdades».
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