El plan enviado por el Gobierno a Bruselas sube el IRPF a 227.400 familias de Castilla y León

Según los últimos datos de la Agencia Tributaria, correspondientes al ejercicio de 2018 liquidado un año después, en Castilla y León se acogieron a la reducción por tributación conjunta en el Impuesto sobre la Renta 227.400 familias. Se trata de una cifra más que considerable, dado que en el año de referencia se cumplimentaron en la comunidad 1,25 millones de liquidaciones del IRPF.

La inmensa mayoría –algo más de 200.000– son núcleos familiares en los que solo trabaja una persona de la pareja (en nueve de cada diez de estos casos, el hombre), mientras que el resto son familias monoparentales, que también tienen derecho a esta deducción.

La cantidad media que se dedujeron fue de 3.278 euros, lo que arroja una suma total de 745,48 millones de euros en la comunidad. Fueron 3.256 euros en el caso del 0,01% que tiene rendimientos superiores a 600.000 euros y muy poco más, 3.272 euros, en el del 12,6% de contribuyentes que se sitúan entre los 6.000 y los 12.000 euros.

Después de que saltara la noticia a los medios, el Ejecutivo aseguró que por el momento «no se plantea la supresión de esta reducción fiscal» y restó importancia al compromiso adquirido con la Comisión Europea. En el documento se dice literalmente que el Gobierno «se compromete a la paulatina desaparición de la reducción por tributación conjunta». Su objetivo, aseguran en el Plan de Recuperación, es la igualdad de género porque «hay consenso en que esta medida desincentiva la entrada de la mujer en el mercado laboral».

El 97% de los castellanos y leoneses que se verían afectados por la medida cobran menos de 60.000 euros al año y el grupo más abundante es el de rentas más bajas.

El tramo más numeroso es el de quienes declaran entre 12.000 y 21.000 euros, ya que suponen el 28,7% del total de beneficiarios. Después van los de entre 30.000 y 60.000, que son el 22%, seguidos del grupo entre 21.000 y 30.000 euros, el 20,3%.

Según informa Edurne Martínez, los cálculos del sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), apuntan a que el Estado conseguiría recaudar entre 1.000 y 2.393 millones más con esta supresión de la ayuda. En este contexto, calculan que para las rentas más bajas (hasta 21.000 euros) esta subida puede suponer pagar 816 euros más en impuestos cada año. Y para el grueso de los afectados (los que cobran hasta 35.000 euros anuales) esta subida representa 1.020 euros al año. Para los de rentas más altas de la tabla (por encima de 60.000 euros), la subida del Gobierno supondría incrementar su nivel de impuestos en 1.530 euros al año.

Para las familias monoparentales, según el documento del Gobierno, la base imponible se reducirá en 2.150 euros anuales en lugar de los 3.400 de las declaraciones conjuntas. Esto significa que para las rentas más bajas (hasta 20.000 euros al año) la medida supondría aumentar en 516 euros los impuestos anuales, o de 645 euros al año en los casos de sueldos de hasta 35.000 euros.

La propuesta de la autoridad independiente Airef, que es la que ha transcrito el Gobierno en su Plan de Reformas enviado a Bruselas, contempla el establecimiento de «un régimen transitorio para no perjudicar a las familias con menor capacidad de adaptar sus decisiones de participación a la nueva situación».