La pérdida de profesionales y los bajos precios llevan al sector apícola a la calle

La convocatoria se ha hecho de forma conjunta desde las organizaciones profesionales agrarias Asaja, COAG y UPA y cuenta con el apoyo de Cooperativas Agroalimentarias de España.

Aurelio Pérez, coordinador de COAG, destaca entre las cuestiones que llevan a este sector a salir a la calle, «la subida en el número de explotaciones jovistas (los que realizan la actividad por ocio) y el retroceso de profesionales». Castilla y León es la comunidad con mayor número de explotaciones apícolas profesionales, 5.145, lo que representa el 15,7% del total nacional. Por otra parte, el sector genera más de 40 millones de euros al año en la región y trabajan en el mismo unas 5.000 personas, según los datos recientes de la Consejería de Agricultura y Ganadería.

De manera más concreta, Aurelio Pérez asegura que los apicultores «nos encontramos en un callejón sin salida con precios ruinosos, dos años de sequía y bajas producciones por lo que esta es la última oportunidad de subsistir como sector».

Pérez reclama «políticas que corrijan las desigualdades de la cadena de valor o quien va a pagar esa situación es la apicultura profesional». Concreta sus reivindicaciones en dos aspectos fundamentales: «Que se salve al sector profesional y no se engañe al consumidor».

Precisamente, una de las reivindicaciones históricas de este sector tiene que ver con el etiquetado de la miel, «se tiene que explicar al consumidor qué es mezcla y qué no, la procedencia, si so mieles o siropes pero el etiquetado es oscuro y no clarifica, todo esto el consumidor tiene que saberlo y que elija porque si no, se está dando la puntilla al sector y engañando a los consumidores».

El sector hace otra serie de reivindicaciones para lograr la sostenibilidad económica y social entre las que incluye «revisar urgentemente la política de acuerdos comerciales, garantizando que la miel importada cumple con todos los requisitos productivos, sociales y medioambientales exigidos a un apicultor o apicultora de nuestro país», al tiempo que piden que no se permita «que los productos apícolas, entre ellos la miel y el polen, sean utilizados como moneda de cambio en los acuerdos comerciales que se establezcan a nivel europeo». Consideran igualmente necesario «crear un grupo de trabajo específico sobre Varroa que se reúna periódicamente a nivel estatal y mejore la coordinación entre las distintas administraciones en materia sanitaria, en el que participen, además de las administraciones, expertos y el sector».